Recuerdo del primer mensaje :bueno chicos, abro el post de la LVDM ajaja
y aki mi actu!!!
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El mundo mágico esta en paz después de la caída de Lord Voldemort, 19 años después cuando Harry Potter va a despedir a sus hijos a la estación de trenes de Kings Cross siente nuevamente el ardor de su cicatriz después de muchos años de haber permanecido sin dolor...
Albus Potter va a su primer año en el colegio Hogwarts, conoce a un grupo de chicos y pronto serán buenos amigos, pero un nuevo mal anda detrás en busca de venganza contra quienes ayudaron a la caída de el señor tenebroso y el punto más débil serán sus hijos...
1
El comienzo del fin
El tren empezó a moverse, y Harry caminó junto a Albus, observando la delgada cara de su hijo, ya sonrojada por la excitación. Harry siguió sonriendo y saludando, incluso aunque era un poco embarazoso, observando como su hijo se alejaba de el...
El último rastro de humo se de vapor en el aire otoñal. El tren haba doblado una esquina. La mano de Harry estaba inmóvil, alzada en un adiós.
—Estar bien, -murmuró Ginny
Cuando Harry mir hacia ella, bajó la mano ausentemente y se tocó la cicatriz en forma de relámpago de la frente.
—Lo se.
La cicatriz no le haba dolido a Harry en diecinueve años. Todo iba bien, de pronto, Harry se volvió hacia su esposa y la abrazo, pero algo hizo que se llevara las manos a la cabeza: había sentido un pinchazo en su cicatriz, no lo entendía, no podía ser cierto, tal vez era su imaginación porque justo en ese momento había estado pensando que ya hacia mucho que no le dolía, pero la imaginación no duele, se dijo a si mismo preocupado. Ron, Hermione y Ginny lo miraron.
— ¿Que pasa? —Pregunto Hermione— ¿te ha dolido la cicatriz verdad?
—S...si... eso creo-dijo Harry recobrando la cordura y fingiendo que no había sido nada
—No... Pensarás...digo... que... quien tu sabes... ha vuelto... lo mataste... nosotros lo vimos...-balbuceo Ron nervioso mirando para todas partes
Harry volvió la vista hacia donde había dado la vuelta el tren y se volvió hacia sus amigos y esposa.
—No lo creo—dijo Harry—el murió
Ginny se veía afligida y preocupada, tomo a su hija pequeña de la mano, Lily y Hugo no sabían de qué hablaban sus padres, se miraron confundidos...
***
En un compartimento del tren Albus miraba por la ventanilla, iba solo en un compartimento, se moría de nervios y de emoción por llegar a Hogwarts, entonces la puerta se abrió y una larga melena de cabello rojo fuego se asomo, era una chica parecía de su misma edad, tenia unos asombrosos ojos azules y también un poco nerviosa, ella le sonrió y Albus le devolvió la sonrisa.
—Hola—dijo la chica con una voz tierna—no preguntábamos si...auch...bien...me preguntaba si podríamos sentarnos aquí, es que no hay lugar en los otros compartimentos y pues... no nos gustaría quedarnos en el pasillo hasta llegar a Hogwarts...
La niña rió nerviosamente y miro a Albus.
—Si, claro—respondió el chico de inmediato—por mi no hay problema, pasen
La chica paso y luego tomo a otra de la manga de su blusa para que la siguiera, Albus creyó que estaba viendo doble, era otra chica idéntica, pero se veía un poco mas seria y nerviosa.
—Me llamo Naomi Lane-dijo cuando se sentaron—y ella es mi hermana Kelly.
—Yo soy Albus, Albus Potter—dijo el mirando a las dos niñas, Kelly por fin pareció haberse dado cuenta de que había alguien allí, fijo su vista en Albus quien se sonrojo.
—Eres hijo de Harry Potter-preguntó Kelly
—Si—respondió el un poco abochornado
Naomi parecía interesada en todo lo que veía desde el tapiz de su asiento hasta el paisaje fuera de la ventana, sus ojos parecían más grandes que los de su hermana.
Fueron en silencio durante un rato, ninguno hablaba, pero Naomi iba tarareando una canción mientras trenzaba mechones de su cabello.
La puerta del compartimento se abrió y entraron dos chicas y un chico, parecían un poco ofendidos una de las chicas hablo, tenia el cabello castaño oscuro y ojos café oscuro y era morena.
—Podemos compartir el compartimento con ustedes esque unos chicos de séptimo de Slytherin nos echaron del nuestro, Mi nombre es Iromi, el es Tonas y ella Iaanita.
—Aun hay lugar pasen—dijo Naomi con interés—ellos son Albus, mi hermana Kelly y yo soy Naomi ¿van a primero?
—Si—respondió Iromi, habría preferido ignorarla pero no quiso ser grosera
—Que bien—dijo Naomi—podríamos ser buenos amigos, a que casa les gustaría ir.
—Gryffindor—se apresuro a decir Albus
—Yo también—dijo Kelly—aunque Ravenclow no estaría mal
—Bueno, me gustaría estar en Gryffindor—dijo Iromi
—Yo también-coincidió Tonas
—A mi me da igual—dijo Iaanita—aun no se
—Cualquiera es buena—dijo Naomi optimista—pero quisiera ser Gryffindor
—Cualquiera es buena menos Slytherin—dijo Tonas—la mayoría de los magos tenebrosos del pasado salieron de allí
—pero ahora todo cambio—dijo Albus recordando lo que le había dicho su padre
—No lo se, pienso que Slytherin no me gustaría
—tienes algo en contra de los Slytherins? —pregunto voz desde la puerta
Era un chico rubio de facciones angulosas, era Scorpius Malfoy, muy parecido a su padre Draco pero él no tenia la expresión arrogante y no arrastraba las palabras.
—Pues no lo se, tal vez-dijo Tonas
—No peleen—dijo Naomi—no importa la casa donde estemos, lo que importa es lo que hay dentro de ti, podríamos ser buenos amigos
—La pelirroja tiene razón—dijo Scorpius—puedo quedarme, esque cuando regrese del baño habían ocupado mi compartimento unos de quinto, me llamo Scorpius
Naomi rió y Scorpius se sentó frente a ella arqueando una ceja.
—Te parece gracioso mi nombre—dijo a la defensiva
—No, me parece lindo—dijo Naomi sonriendo
Scorpius se sonrojo. Los demás miraron estupefactos a Naomi, esa si que era una chica rara, el resto del camino fueron bromeando, todos eran muy serios y tímidos pero fueron tomando confianza conforme el tren avanzaba...
Durante el resto del trayecto, todos fueron charlando, riendo a grandes carcajadas, todos menos Iromi, que parecía la mas tímida. Media hora mas tarde, se levantó y dijo:
—Me voy a dar una vuelta.
Y dicho esto, salió del compartimento ante las miradas atónitas de los demás. No era que no le cayeran bien, es que le daba mucha vergüenza hablar con ellos, siempre había sido así.
Iromi fue hacia el ultimo vagón, donde normalmente estaba el vagón de las chuches, donde la señora descansaba. Iromi se acerco a una especia de soña que había allí y se fue a sentar, pero observo que ya había alguien allí.
Esa chica era de mediana estatura, pelo castaño y un poco por debajo de los hombros, ojos marrones oscuros, morena de piel. Estaba sentada, mirando al vacío. Con mucho valor, Iromi se acerco y se sentó a su lado, haciendo que se sobresaltara.
—Hola... -susurro la chica.
— ¿Que haces aquí sola? —curiosamente, Iromi se sentía muy bien con aquella chica, y eso que la acababa de conocer. Miró hacia abajo y vio que tenía su baúl con su lechuza ahí debajo. — ¿No tienes compartimento?
—No. —dijo bajando la cabeza. —Están todos ocupados, y no me atrevo a pedirles a ninguno un sitio. —dijo triste.
Iromi la observó unos breves instantes y luego le dijo:
—Pues ven al nuestro. Hay mucha gente, somos... —empezó a contar con los dedos. —Unos seis, y si vienes siete. —dijo sonriéndole.
— ¿No les importara? —dijo la chica asustada, al ver que iromi tomaba su baúl.
—No. —dijo esta. —Por cierto, ¿como te llamas? —pregunto mirándola, a la vez que echaban a andar por los pasillos.
—Yuna. Yuna Gómez. ¿Y tú? -preguntó yuna a su vez.
—Iromi Waith. —dijo sonriendo. Al ver su compartimento, Iromi paró enfrente de el, y dijo: —Es aquí. Vamos.
Iromi abrió la puerta, y todos la miraron al verla aparecer con otra chica que no conocían.
—Esta es Yuna. —dijo Iromi cerrando la puerta tras de si...
Aunque ella conversaba animadamente con sus nuevos amigos, se sentía extraña dentro de este mundo de magos, no quería decir que simplemente no los conocía era falta de costumbre, sus padres como buenos sangre limpia le habían educado desacuerdo a sus ideas, pero también permitido las suyas, durante los primeros años de su vida había estudiado con preceptores, y la amistad con gente de su edad no solo había sido difícil sino también prohibida
Y ahora aquí estaba ella charlando con ellos, aunque aparentemente no lo notaran se sentía fuera de lugar,
Aunque ya había indicado que no le importaba ir a ninguna de las casas, prefería estar en Slytherin no tanto por elección sino porque evitaría problemas para ella, y eso pensaba hacer pedirle al sombrero que la enviara a Slytherin
Por fin, el tren empezó a disminuir su velocidad y por las ventanas ya se podían ver las iluminadas torres del castillo, estaba oscureciendo y el cielo se volvió de un color púrpura estrellado.
Una voz se escucho en todo el tren.
—Llegaremos a Hogwarts dentro de cinco minutos. Por favor, dejen su equipaje en el tren, se lo llevaran por separado al colegio.