.: Ma-lex :.

No sabia cuantas veces iba a pensar en lo mismo, pero no me cansaba. Todo lo contrario lo desaba con mas fuerza y crueldad. En esos instantes odie mas que nunca a mi hermana, por su causa deje mi vida atras. Todo lo que habia ganado en mi antiguo colegio, mis amigos, el amor de mi vida...todo se fue a la borda porque ella no sabia ser una Maysonet decente. Y como si yo fue causante el castigo cae sobre mi, pero me las cobraria, aprenderia de ella, para luego darle en lo mas profundo.

Pero a lo que llegaba ese momento, me tocaba conocer el lugar donde fui enviada. Ahora estaba en Trystian a mi parecer la unica tribu que parecia tener algo de decensia encima. Me encontraba en el vestibulo, lista para que alguien me guiara por dichoso colegio. Camine vagamente por el lugar apreciando la decoracion que tenia. Por lo menos me hacia pensar que era como estar de vacaciones. Rei un poco, ahora entendia los relatos absurdos de Alex, pero quite esa sonrisa de la cara. No podia dejar que algo bueno de ella me hiciera cambiar de parecer. Me detuve en seco y cruzando mis brazos comenze a desesperarme. Mi mal humor comenzaba a aumentar y nadie se dignaba a decirme por donde debia dirigirme.

Había recibido una ultima carta de mis padres, una carta que me dejó por completo confundida decian que pronto habria una pequeña sorpresita para mi, y no es que no me gustaran las sorpresas, pero, demonios, viniendo de ellos no podia esperar nada bueno, asi que de ahora en adelante, hasta que algo sucediera, estaria a la defensiva, no confiaba y no era para menos, como si yo no aprendiera de ellos, monton de magos oscuros de pacotilla.

Y me aburría mucho también porque no tenía con quien jugar o a quien usar para divertirme, entonces vi a alguien parado alla a la lejanía.

-Hola!-le grité de lejos levantando mi mano para saludar, pero no me correspondio, así que pensé que no me había escuchado, avancé hasta donde se encontraba.

Me quedé estupefacta cuando la vi de frente, era... imposible, por un momento pensé que me estana observando en un espejo, pero era imposible por muchas razones, ella era muy diferente a mí. ¿Esta era la sorpresa? Sonreí pese a estar atónita y luego me lancé sobre ella abrazandola efusivamente.

-Hermanita! pero... que haces aqui?

Antes de que pudiera reaccion alguien me abrazo con fuerza. Me quede congelada unos instantes sin saber que decir, pero al separarnos me encontre con mi propio reflejo. Estaba alli de pie mirandome con cierta alegria en la mirada que yo no compartia de la misma forma. Era yo, pero a la vez no lo era, sumamente diferentes y eso estaba segura no podia cambiar nunca. Sonrei falsamente, pero me salio natural con amabilidad. Todavia no sabia que actitud tomar con ella, aun no tenia nada planeado para vengarme. Asi que por ahora tomaria las cosas suaves y no le echaria en cara en enojo que estaba conteniendo.

-Me enviaron a estudiar aqui- aun intentando sonar tranquila, supe que un deje de molestia se me escapo. Solte un respiro y continue mas calmada.- Nuestros padres quieren que estemos juntas.

Le estudie un poco y no pude criticarla mentalmente. Eran tan "normal" por asi llamarle. Que esperaban nuestros padres? Yo no se hacer milagros y para cambiar a Alexia se necesitaba uno. Y aunque yo lograra algo, estaria encantada que se quedara como estaba, tan solo para que mis padres se fastidien mucho mas de lo que yo lo estaba. Eso era bueno, dejaria que Alex se volviera incluso mas rebelde si se podia y yo no tendria la culpa.

Esa respuesta me tomó por sorpresa, nunca llegué a pensar que Yma pudiera, deseara o vendría a estudiar a Greenwitch; siempre nuestros padres insistían en llevarme a mí a estudiar a su Colegio, pero, jamás les había oido hablar de un plan de enviarla a ella aquí y así como yo nunca quise dejar Greenwitch sabía que ella tampoco quería dejar su antiguo colegio, tenía su vida allá y a ella le importaba mucho. Greenwitch era magnífico para mí pero tal vez no para ella, me sentí triste, porque aunque estaba feliz de tenerla aquí, ella debía estar pasándola muy mal.

-Oh... Yma... lo siento mucho-murmuré en voz baja agachando la mirada.

Profundamente sentía como si la hubiera traicionado u ofendido de una forma imperdonable y pudiera ser así.

-Me da mucho gusto que estes aqui, pero, ellos no debieron hacer eso. ¿sabes tu porque quieren que estemos juntas?

Aparte la mirada de ella. Claro que debia estar feliz de tenerme allí. Estaba arruinando mi vida, y eso debio encontrarlo divertido. Greenwitch no era ni la mitad de lo que era Salemny de bueno. Tome un respiro, calmando mis aires, mi enojo y concentrandome en darle una respuesta fuera de mis casillas de autocontrol. Le mire directamente a los ojos y le brinde una sonrisa torcida, llena de molestia y reproche.

-Por tu culpa- le dije sin mostrar algo de agrado- Dicen que no te sabes comportar y creen que conmigo aqui cambiarias.

Le di la espalda y camine un par de pasos lejos de ella. Observe el tapiz del vestibulo e intente buscar alguna forma distrayente, pero no me funcionaba; en esos instantes no podia concentrarme en nada mas.

-¿Porque?- dije girandome nuevamente- ¿Porque Alex?..¿Porque debo pagar yo por lo que tu haces?- me quede en mi lugar mirandole- ¿Porque no te enviaron a ti a mi colegio? Eso hubiera sido justo.- masculle con seriedad, aunque en el fondo sabia que no me hubiera gustado tenerla conmigo alla, no donde mis amigos pudieran ver como era.

El corazón se me encogió de pena cuando sus palabras dolidas y llenas de reproche tallaron las diferencias que había entre ella y yo; retrocedí un paso como si estuviera delante de una fiera demasiado peligrosa, yo no le temía a Yma, era mi propia hermana y aunque sus gustos diferían completamente de los mios tirando hacia el lado de las preferencias y costumbres familiares, había un lazo muy grande que me unia a ella, al menos yo lo podía sentir.

La culpa me corrompía mas que nunca en estos momentos, Yma tenía razón y no era ella quien debió separarse de las personas que quería, si no yo. Agaché la mirada taladrando el suelo con ella y queriéndome desaparecer en ese instante, a cualquier lugar del mundo, a la nada incluso, pero era por completo imposible.

-Lo... siento-dije entrecortadamente llena de verguenza-creo que tienes razon. Es mi culpa! ellos querían enviarme a Salemny... pero me opuse y... perdon! no creí que fueran capaces de hacerte esto a ti.

Levanté nuevamente la vista, mirando su rostro incrustado en enojo aparentado, pero por nada del mundo pude mirarla a los ojos, no podía.

-Te juro que hare lo que sea para que te lleven de vuelta... si eso es lo que quieres.

Solte un risa fria. Tan solo si fuera tan facil como ella lo decia. ¿Acaso lo olvidaba? Nuestros padres eran terco por si solos y demaciado listos para mi malestar. Antes de creer nada, dudarian y sus dudan pueden tardarse. O peor considerarian que si Alex cambiaba era mejor que me quedara con ella, como para unir mejor nuestros lazos. En el mas horrible de los casos, nos enviaran a ambas a Salemny.

-¿Crees que si tu...-le señale con amargura- haces algo me enviarian de vuelta? No seas ingenua Alex.- critique molesta- Por mas que yo quiera, no me enviaran de vuelta, no ahora que ya estoy aqui.

Eso me dolio incluso a mi. Yo lo sabia, nada me devolveria a mi verdadero hogar y por eso le odiaba. Me vengaria terriblemente, le haria pagar a ella y a nuestros padres el arracarme del lugar que mas queria.

-Asi que no te disculpes por algo que sinceramente no se si perdonarte- realmente me hubiera gustado decirle nunca te perdonare, pero debia medir mis palabras por ahora, lastimarla, pero no tanto. Cuando mis humores mejoraran, tendria que acercarme a ella con inocencia -Estas gastando tu saliva, porque ya no hay vuelta atras por mas que lo desee.

Fruncí el ceño, Yma tenía razón, no tenía caso que gastara mi saliva con cosas inútiles y disculpas innecesarias, al final ella siempre era una niña caprichosa y efurriñada que estaba acostumbrada que se hiciera su santa voluntad; no importaba cuanto me esforzara en agradarle a mi propia hermana nunca lo iba a lograr y si cabía una posibilidad de que hicieramos las pases en un futuro (el cual veía lejano) sería solo porque yo me volviera como todos los despreciables asesinos de mi familia, o ella recibiera un golpe tan duro en la cabeza que olvidara todo y me diera la oportunidad de "reformarla" a mi estilo, pero ambas cosas eran por completo imposibles. Ambas diríamos "primero muerta" en eso la conocía perfectamente.

Sonreí de una forma inocente y burlona y la miré a los ojos con cierto aire despectivo y truinfante.

-Oh... pues que lástima ¿no? -expresé con ironía.

Me llevé un dedo a los labios, como si pensara seriamente una decision crucial.

-En realidad... me alegro mucho- hable al fin de modo apasible pero sin bajar mi propia defensa, esto la iba a hacer enfuerecer-no de que estes aqui claro. ¿crees que me gusta la idea de que estudiemos juntas? JA ni que fueras tan importante. De lo que me alegro es de que tus caprichos se han terminado... que bueno que me negué a ir a Salemny... si ese era el primer plan, pero creo que fui mas inteligente que tu.

Ya ni sabia como habia logrado poner mi varita en mi mano derecha. De ella chispeaba rayos verdes, como si supiera que si lanzaba un hechizo iba a ser poderoso...era como si lo deseara con la misma intensidad que yo. Mordi mi labio inferior, controlandome. Sus frases me cayeron como ella misma, mal. Se burlaba de mi, podia verlo en su estupida mirada de triunfo. Quize decirle a la cara todo lo que se me paso por la mente, cosas como lo estupida que era, lo ignorante, infantil e incluso lo poco femenina que podia ser. Desee escupirle a la cara para decirle que me habia rehusado en todo momento a estar en su despreciable lado.

Pero nada de eso lo escucho. Nunca se enteraria, porque apesar de que en mi interior me ardia la sangre deseosa de lastimarla en ese instante yo era mucho mas lista de lo que ella pensaba. Era mejor concentrarme en lo que debia actuar de ahora en adelante.

-Tiene razon Alex- dije bajando la mirada, ocultando mi mirada asecina, guarde mi varita nuevamente y tras un suspiro que me sirvio para mantenerme bajo control le mire- Supongo que la cosas cambian- maculle con seriedad- Incluso ahora para ti- dije intentando sonreir- Pero no importa....mientras solo quedate lejos de mi.

Eso era suficiente, con eso bastaba, para que de alguna manera notara un cambio diferente al usual. No me esforsaria en parecer mas amigable, en esos instantes no podia hacer mucho ademas de fingir indiferencia hacia ella.