Primera toma...

No era la primera vez que iba a una academia tan grande, pero sí la primera que veía a tantas personas rodeándome, Siguiendo de largo después de empujarme.
El primer lugar que me indicaron visitar era el vestíbulo, y allí estaba plantada, ya usando mi túnica ( a la que era imposible acostumbrarse,d espués de usar toda la vida ripa muggle).

hiba pasando por el vestibulo cuando vi a una chica usando el uniforme.. algo inusual.. porque scasi todo el mundo saba su ropa comun ya que estaba permitido
- Ola !-

No era una persona precisamente nerviosa, aunque tampoco era la mejor de ésta vida a la hora de socializar, digamos que a esas alturas de la vida no era que confiase mucho en los demás. El ambiente de ése sitio llegaba a ser un poco sofocante, estaba expuesta a tantas cosas, Sensaciones, olores,
pero ese ambiente estaba comenzando a causarme cierto sofoco, más cuando tarde en reaccionar para darme cuenta que ya tenia una chica saludandome. Sentpi su mirada de arriba abjao, busqué una trampilla para esconderme pero ya estaba tarde, no alcancé a contestar su saludo, cuando se acercó otro chico.
Genial, aquí iría yo en otro intento para encajar
-Hola yo..-
Lo único que alcancé a balbucear, mientras empezaba a agarrarme el pelo con nerviosismo
-Yo.. este es mi primer y... mucho gusto, soy Katie- un aplauso, porfavor

Sonreí con encanto, y tomé delicadamente su mano para besarla en el dorso con dulsura...
-Un gusto Katie, ¿Asi que nueva?... ¿Te gustaría venir a un recorrido?- me pasé las duras tratando de recordar el nombre de la otra chica...ah! recordé..
-¿Isadora nos acompañarias?- le pregunté tambien, de forma extremadamente cortez...

Miré a... Isadora? y luego volteé hacia el joven que estába lanzándome una sonrisa terriblemente fascinante. No me cabía en la cabeza que halla estado tan nerviosa cuando llegué, si habia personas como él por ahi. Asentí, aceptando sin duda alguna a su oferta de inmediato.
-Muchas gracias, pero disculpa, me gustaría saber como te llamas- dije cerrandoo mi mano y dejándola caer a un lado de mi cadera.

Hice una mueca cuando llegó Ludwing... el nunca habia sido descortez conmigo, pero no se llebaba muy bien con pablo, al cual yo le tenía aprecio.
Ludwing era la clase de persona que arrastaba una sombre lugubre, pero enigmatica y encantadora. A pesar de desconfiar de el asentí coin la cabeza.
-Ok.. vamos chicos-