Dilemas terribles... Un nuevo plan... (Alexia e Ymalai Maysonet)

Quería ir a algun lugar, pero no estaba segura de cual era este, mi destino no estaba definido, vagaba de un lugar a otro a donde mis pies me llevaran si que yo les hubiera dado la orden exacta, a veces me sorprendía lo mucho que podían llegar a alejarse por voluntad propia, a veces hasta cruzar toda la isla por completo, de punto a punto, otras veces misteriosamente terminaba frente a la cabaña de Sturu y el vuelco en los trozos rotos de mi corazón eran demasiado dolorosos.
Estar sola cada día se hacía mas sencillo y aceptable, porque no tenía que soportar compañias en momentos de los cuales no me soportaba ni a mi misma y no condenaba a mis amigos a permanecer a lado de una Alex que solo pensaba en la persona mas ajena a ellos, el dolor de una perdida y la venganza. Estando conmigo misma no tenía que fingir estar bien, eso era lo mas dificil de permanecer en compañia de los otros, para los demás el asunto de Ludwig Von Weillschmidt había terminado, pero para mi no.
Intenté deshacer las imágenes que revoloteaban en mi mente, porque definitivamente no quería terminar de nuevo frente a la cabaña de Sturu, observando ensimismadamente un maldito muro y escuchando los murmullos de pasado. Anduve un poco mas y esntre la apabullante vegetacion tropical me abrí paso hacia un lugar mas vacío, las altas hierbas y las palmeras se fueron quedando atrás mientras mis pies se hundían en la arena y destrosaban las dunas que el viento había formado.
Caminé mas allá y me detuve de golpe cuando mi conciencia dominó la inconciencia y se dio cuenta que estaba en el muelle, uno de los lugares que había querido evitar por obvias razones. Estuve a punto de volverme y dar marcha atrás, pero no quise hacerlo por una razón mucho mas importante, además me había prometido ser lo suficientemente fuerte; volví otra vez con mis andares distraídos paseando la mirada alrededor, torándome mientras recordaba la primera conversacion que tuvimos, la caída y la batalla; sentí como mis labios se curvaban en una sonrisa, los recuerdos podían ser dañinos pero también eran muy bonitos y mi imaginación volaba al raz del viento también.
Me detuve a unos metros del espejismo, un espejismo perfecto que mi mente me regalaba; se veía tan guapo aunque estuviese de espaldas, observando el horizonte... solté una bocanada de aire, había sido suficiente, tenía que desaparecer, sin embargo no lo hizo y mis pies tampoco fueron capaces de moverse para dar media vuelta y regresar.

El espejismo de Lud tenía en las hermosas facciones de su rostro dibujado un semblante cansino pero tranquilizador, noble y alegre tal vez, sin duda alguna se trataba de un espejismo y se debía a que quería recordarlo de esa manera y no frío y obstinado.
El alma se me vino a los pies, era tan lindo para ser verdad y no me gustaba ir mas alla de mis ilusiones, pero tampoco no era capaz largarme de allí por mi fuerza de voluntad.
Corrió hasta mi, no dudó cuando me envolvió en un fuerte abrazo que yo no le devolví; mis brazos se quedaron plegados a mis costados, dubitativos entre abrazarlo o no.
-Lud...-mustié con voz bajita, tan asombrada como temerosa
No tenía nada que decir, o tenía muchas pero mi cerebro no asimilaba bien las ideas ni era capaz de pensar con claridad; empecé a sentirme ahogada entre sus brazos, cerré los ojos fuertemente y después de unos minutos caí en la cuenta de que no era un espejismo ni un sueño, ese lud era tan real como el lud del pantano.
Moví mis brazos por primera vez para empujarlo, no quería que me tocara. Le miré con ceño estudiando su fingido arrepentimiento al mismo tiempo que sacaba mi varita.
-Que poca verguenza tienes-exprese asqueada- no me vuelvas a tocar, Weillschmidt. Con arrepentimientos a otra tonta.

Lo vi darse la vuelta y aquellas expresiones humanas se volvieron nuevamente frías y sentí un pinchazo en el pecho cuando lo vi alejarse y sus palabras prometían dejarme en paz para siempre, avancé un corto paso detrás de él dispuesta a seguirpo pero me frené, no quería que me dejara, pero era lo necesario o al menos lo mas coherente.
Tenía que decirle algo antes de que se marchara, definitivamente no podía imaginar una vida sin él porque lo amaba desde lo mas profundo de mi alma y aunque fuera una persona mala y engañosa, que él no sentía lo mismo por mi lo necesitaba cercas, pese a sus rechazos y sus miradas de desprecio.
Me obligué a creer que la necesidad de manerlo aqui era solo por Kosroes, aunque no fuera así.
Me agaché, tomé una roca y se la lancé con fuerza.
-Te odio! estúpida lechuza alemana arrogante!!! -grité con todas mis fuerzas, un grito que desgarro mi garganta.

No había previsto sus reacciones puesto que actué con el mas feroz de mis impulsos, en ese momento deseé no haber actuado, hubiera sido mas conveniente para mi haberme largado cuando tuve oportunidad pero mi instinto de supervivencia que se había descompuesto... o que nunca funcionó, estaba completamente loco y quería permanecer cerca de él aunque eso supusiera sufrir de una forma demasiado cruel, incluso morir.
Cuando mencionaba morir me imaginaba yendo a los extremos pero era Ludwig y no me sorprendería mucho que quisiera matarme ahora.
Sus intensos ojos que antes tenían un color hermoso repentinamente se volvieron oscuros con algun reflejo rojo en ellos, me miraban fríamente y sus facciones hermosas se habían endurecido a un punto temible; mantenía una amabilidad falsa detrás de la cual estaban sus atisbos de maldad.
Por primera vez tuve miedo de Ludwig y veía a una especie de monstruo emerger de él, solo estaba segura de una cosa, él no era humano, pero no sabía cual era su verdadera naturaleza. Iba a sacar mi varita pero eso solo lo alertaría a contratacar con magia que yo apenas conocía y nuevamente perdería, además tal vez con un poco de suerte descubriría que era, lo dudaba mucho pero aquel que no arriesga no gana.
Me mantuve firme y fuerte repitiendome lo mucho que lo odiaba y que aquel sentimiento de rencor era mucho mas poderoso que el amor que le tenía.
Dio unos pasos mas hacia mi y no me atreví a retroceder, cuando sus manos habían tocado mi rostro ya era demasiado tarde, fruncí el ceño mientras me miraba examinándome como un animal de circo. Permanecí reacia a retroceder ante sus burlas grotescas que iban con cada palabra desgarrando esa herida que aun no se había cerrado; sostuve su mirada con terquedad aunque en el fondo le suplicaba que dejara de hacerlo, porque lo amaba y me dolía que me tratara así, sentía por él lo que no había sentido nunca por nadie y no creía volver a sentir.
Dejó de juguetar y sus sedosos labios tocaron la punta de mi nariz, cerré mis ojos deleitada y dolida, la valentía me abandonó por completo en ese instante; riendo de forma descomunal se alejó, regodéandose en su victoria, en lo que había creado de mí, un alma en pena que vagaba de un lugar a otro gimiendo como novia abandonada antes de la boda.
Asié mis brasos con fuerza alrededor de mi torso, mis piernas temblaron e inevitablemente una lágrima traviesa rodó por mi mejilla. Reuní un poco del valor necesario para enfrentarlo, no me iba a vencer, no él, esto se había vuelto una lucha por el orgullo y la dignidad.
-Sí, me enamoré de tí-admití con dureza-pero fue tiempo pasado, ahora no me interesa nada que venga de tí, porque me das asco y admito que fui tonta al pensar que podías ser una persona que valía la pena, pero el único gusano que veo por estos rumbos eres tú. Los gusanos no me gustan, eres arrogante... lo único que espero de tí es que te pudras en el infierno.

Esto era el colmo. Maldecia a medio lugar, por no mencionar a todas las personas que estaba insultando en silencio, por no saber hacia donde iba. No conocia los terrenos asi que simplemente me pasee por aqui y por alla completamente perdida. Ya tenia mis planes fijos, sabia como actuaria la proxima vez que viera a Alex, mostraria mi mejor rostro de inocencia y me acercaria a ella de forma amigable.

Estaba planeando aquello muy bien cuando escuche su voz alzarse por algun lugar cerca de mi. Me escondi en un lugar donde no pudiea ser visible, y logre ver a mi despreciable hermana con un chico, que debia admitir no era tan feo.

-¿Que..?- comenze a decir, pero note que peleaban.

Me mantuve escondida escuchando un poco su conversacion, no comprendia muy bien. Pero parecia discutir, algo favorable para mi, quizas me resultaria util mas adelante

Me espanté cuando me acorraló de esa forma tan brusca, me encogí mientras sus manos se cerraban fuertemente en mis brazos, le miré presa del pánico, intenté lanzarle un hechizo para que se alejara pero la varita ociló en mis dedos y se calló al suelo.
-Ya déjame...
Lo empujé con las fuerzas que me quedaban y cuando me soltó estaba a punto de salir corriendo cuando aquella última frase se quedó ahí diciéndome muchas cosas pero no sabía que eran. Hablando como alguien que ha poseido un cuerpo que no le pertenece. Una chispa de esperanza se albergó en mí al pensar que aquel que decía todas esas cosas no era mi Ludwig si no el monstruo que moraba en su interior o uno que había llegado.
-Lud!-solté un grito ahogado mirando al monstruo ese a los ojos, esperando ver algo o alguien allá dentro.
No pude más, lo aparté de un empujó y salí corriendo.

Me quedé viendo como se iba con media sonrisa...
Ah, estupida chica, cuanto iba a sufrir de ahora en adelante y todo por su simple y estupido error, que estupida...
Me dí media vuelta tambien para marcharme, pero me distrajo otra presencia presente por allí, me quedé parado mirando hacía el mar esperando que a mi pequeño espia se le ocurriera salir a saludar o largarse de aquí... Ya veriamos.

En absoluto no quite mi sonrisa mientras salia de mi lugar. Camine con gracia hacia el chico con el que acababa de pelear Alex. Tenia dos ideas, pero primordialmente debia saber de quien se trataba y que relación tenia con mi hermana. Ya luego decidiria que hacer. Mire hacia el lado por donde mi desagradable hermana habia tomado y luego mire al chico de arriba a abajo, estudiandolo objetivamente.

-¿Quien se supone eres tu para tratar asi a una Maysonet?- era claro que mi hermana no habia plantado respeto en el colegio hacia nuestra familia, pero eso cambiaria conmigo alli, aunque eso no significaba que la iria a defender de cuanto chico se le cruzara- ¿Quien eres?

Estaba ansiosa de que dijera de una buena vez de quien se trataba. Habian cosas que debia hacer y antes de hacerlas queria matar mi pequeña duda. Para saber si podia serme util o simplemente fingir tener un sentimiento de odio hacia él, tan solo para ganarme a Alex.

Tuve ganas de reirme era casi como si estas humanas se multiplicaran, pero sin embargo, supe inmediatamente que no era la misma que se había ido hace un par de minutos, no sólo porque fuera imposible y vistieran distinto, si no porque la mirada en el rostro de esta chica, la hacía un ser completamente distinto al que era su hermana, se notaba en esta chica una chica orguloosa que sabía lo que quería y que haría lo que fuera para obtenerlo, me agradó bastante para ser una humana... Sonreí.
- Nadie en especial... Solo le dejaba claro a la pequeña Maysonet como son las cosas conmigo...- Le sonreí y le tendí la mano con elegancia...
-Ludwig Von Wellschmidt...- dije usando el nombre del humano, que por cierto ya estaba despertando poco a poco... Seguramente ella conocería el apellido, los Maysonet se movian en los mismos circulos de mi familia...
-Con que presiosa Maysonet estoy teniendo el gusto de hablar?- pregunté a su ve de vuelta mientras alzaba una ceja en gesto sin duda sardonico.

Le mire con los ojos entrecerrados. Los Von Wellschmidt eran conocidos, no eran amigos de mi familia, pero sabia estabamos en el mismo circulo social. Aun asi, no podia ignorar su vano intento de agradarme, y mas cuando solo unos instantes antes habia peleado con lo que fisicamente era mi relfejo. No me agrado como hubiera esperado en tiempos posteriores, probablemente porque no conocia mucho de él.

-Ymalay Maysonet- dije cortesmente mientras extendia mi mano en su dirección.

Solo esperaba que este instante no fuera un perdida de tiempo para mi y mis planes y si asi lo era lo investigaria en ese instante. Desechar mi tiempo en tonterias no estaba en mis ideas de venganza.

-¿Podrias decirme entonces porque discutias con....Alex?- por un segundo pensaba decir mi hermana, pero ciertamente no me sentia orgullosa de tener que decir eso cada vez que hablaba con alguien, era obvio sin duda lo que eramos.

No evite que una sonrisa cruzara mi caracter. No me importaban los motivos por lo cuales habia estado discutiendo con mi hermana, pero parecia alguien digno de su familia. Tenia el porte por el que se les respetaba a los Von Wellschmidt, y ademas de una cierta arrogancia que le fluia por los poros. Mire disimuladamente a mis cercanias y finalmente clave mi mirada en su rostro.

-Lo menos que me importa es defender a esa. Asi que si haz lo que quieras, de paso si la eliminas me haras un favor.- musculle con cierta molestia- Yo no la soporto, y no se como demonios sus amigos si lo hacen.- rei- Ya vera cuando me las cobre todas- susurre para mi.

Tarde unos segundos en caer en cuenta que le habia dicho mucho. No podia arriesgarme y saque mi varita. Empeze a guardar con ella, pasandola entre mis dedos, la usaria justo en el momento en que el parecia ser otro estupido amigo de ella.

Embocé una sonrisa torcida... vaya... quien lo hubiera pensado, la hermanita de la molesta niñita la odiaba, solté una carcajada divertida, y le sonreí con amplitud...
-Oh... me parece muy bien, parece que estamos de acuerdo en algunas cosas - recurrí un poco a los recuerdo de Ludwig para seguir hablando...
-Por fin conosco una Maysonet como debería ser, ya comenzaba a pensar que toda la buena reputación de los Maysonet no era más que "palabrería", no te ofendas linda pero no es para pensar otra cosa con la hermanita que tienes...- dije en tono jocoso, sin duda esta me agradaba más que la otra, por lo menos sabía cual era su lugar, o algo así, la miré con leve interes en mi mirada, estudiar humanos podía llegar a ser algo divertido en ocasiones...

Meti mi varita nuevamente en el bolsillo, aun manteniendo una mirada arrogante y molesta. Escuchar sus palabras fue como si una piedra pesada me cayera en el estomago. Mi familia estaba comenzando a tomarse como ¨irrespetable¨ y todo por mi estupida hermana. Yo no iba a tolerar eso por mucho tiempo.

-Ya se..ya se- dije molesta caminando, rodeandolo con pasos cortos.- Pero yo me encargare de que eso cambie, me asegurare que el respeto en mi familia se mantenga como debe ser. Alex aprendera y pagara el que esté en este estupido colegio.- le mire fijamente, comprendiendo lo que dije- No te molestes, pero donde yo estaba habian personas mucho mas....de nuestro nivel- termine diciendo.

Me encogí de hombros, la verdad poco me importaba donde había o no había estado ella desde antes...
-Bueno, yo no habia venido a una academia...- dije en tono hosco, y nuevamente recurrí a los conocimientos de Ludwig...
-Mis padres preferian una educación más "particular" pero en fin... Ya no soporto a la pequeña Maysonet...es todo una "alivio" saber que no se molestaran si la saco del mapa... aunque, me gustaria qu sufriera un poquito más antes...- la última frase la dije un poco más para mi que para ella, miré al suelo sumergido en mis elucubraciones... ¿Que podría hacer para hacer sufrir a esa molestia un poco más?...

Poco me importaron sus frases, solo capte la unica, en especial porque no estaba dirigida a mi. Asi que al igual que yo queria lastimar a la tonta de mi hermana. ¿En que podia ayudarme él a mi? O ¿Que relación tenia con Alex? Fuera cual fuera ¿me serviria? Tenia que averigurarlo y mientras mas rodeos le diera a la asunto mas perdida de tiempo era.

-Veamos, a ti te cae mal y a mi peor- sonrei de medio lado, una sonrisa maliciosa- Pero yo no se porque te cae mal y por lo que veo ella a ti. ¿Siempre ha sido asi? ¿Eran amigos o algo?- pregunte con interes, su respuesta seria una carta bajo mi manga que usaria mas adelante o si se podia desde ya.

Solte una risa. Mire los pasillos divertida. Poco a poco esa sonrisa se fue apagando y fue mostradose una mueca de asco y arrogancia. Finalmente volvi a mi posturaq principal, pero manteniendo en mi rostro una mirada de superior.

Habia perdido gran parte de mi interes por él al escucharle. Si fue tan estupido de meterse con mi hermana, aun dandose cuenta de su error, no debia ser alguien ideal para mi. Quizas de ayuda, pero no mas alla de eso. Estaba completamente segura.

-Te metiste con mi hermana- repeti mirandole atentamente.- Entonces dale el golpe mas bajo...ayudame a hacerlo- propuse acercandome un poco.- No me interesas ni yo a ti- masculle con claridad- Yo quiero destruirla y se que ella tiene que mantener vivo ese sentimiento que le despertastes.- eso no lo dudaba, conocia a Alex muy bien- ¿Estas dispuesto a verla dolida, humillada y resignada a recibir todo el dolor posible?- tenia una idea y estaba encantada con lo pensaba, era tan doloroso..iba a serlo.

Le apague la mirada. No hubiera soportado su trato a no ser que consideraba que me podia ayudar. Tome un poco de aire. Quizas su palabras eran solo eso...palabras y cuando le propusiera mi idea no lo tomaria como algo a realizar. Aun asi me atrevi a hablar. Como habia pensado antes, si no me era util le borraria la memoria para evitar problemas futuros.

-Si Alex sigue enamorada de ti, le dolera verte con otra...pero mas le dolera si esa otra es un familiar-le mire fijamente.- Y se que si cree que estamos juntos sufrira mucho. ¿estas dispuesto a fingir una relacion?- sonrei de medio lado-Solo sera algo fingido, podemos meternos con quien querramos mientras nadie lo sepa.

Estire mi mano hacia él.

-¿Nos unimos?- propuse.