Era hora de la prueba mayor, aquella que decidiría la utilidad de mi misión...
Aun así, no iba a ser una gran proeza, mi naturaleza era de nacimiento pura, y lo que estaba corrupto en mi eran mi corazón y mi mente, cosas a las que la directora no tendría en absoluto acceso.
Caminé casi flotando por el brillante piso, y paré frente a la oficina, su presencia era clara allí dentro, Sonreí con mi sonrisa mas encantadora mientras tocaba la puerta...
No se como esperaba que fuera la directora, pero seguramente sería una persona poderosa, por lo tanto el cuidado no iba a estar demás...
Que la hormiga sea amiga de la termita no quiere decir que en ningun momento la termita deje de ser su enemiga