La noche ya había reinado sobre todo lo que le pertenecía en sus momentos de majestuosidad y gloria; la linda chica que me acompañaba deslumbraba como si perteneciere a una estrella del firmamento negro en el cielo, pero aun así no podía conformarme con tan sólo quedarme con esta belleza y con otras que me acompañaban a mi alrededor, no era suficiente y mis ojos se querían deleitar de una chica en particular, Alexia, que no la podía ver, no la encontraba, no me desesperaría tan rápido por no verla, de pronto recordé que ella se encontraba de compañía de mi hermano, a si que lo mas sencillo era tener la excusa de acercarme para saludarle a el, y presentarle a Effie mi hermano menor de quien tanto le había comentado. Sostenía con fragilidad la cintura de mi querida dama de compañía lo bueno es que había aceptado venir junto con migo y en la caminata había tomado unos dos vasos de ponche, no quería tomar por el momento nada fuerte, no quería embriagarme tan rápido, que desprestigio hacia mi persona, internamente una sonrisa de burla paso por mi mente, la música que tocaban en la fiesta era pegajosa que recorría con emoción por todo el cuerpo invitándote a bailar desenfrenadamente para caer en el pecado del baile y de lo después no me acuerdo que pasó, de tanto mirar a la gente que me rodeaba decidí detenerme para sin pedirle permiso a Effie tomarla de una mano y girarla lentamente posando mi vista por su deslumbrante cuerpo y moviendo mi cuerpo al ritmo de la música que se había adueñado completamente de mí, tenia que disfrutar de la casualidad de encontrarla quería caer en pecado con la irresistible Effie Stonem, una vez mas la quería para mi y ser su esclavo, era algo bueno si tenias la necesidad de sentirte irresistible hacia las mujeres, y no era la única que caía en mis palabras amorosas o rudas, cuantas chicas pero una no calló y no e querido que caiga aún, por la simpleza que la odio con todo mi ser.
Quizás cuantas horas habían pasado desde que mi cabeza se encontraba embrujado bajo las sensuales curvas de Effie, hasta que mi vista divisó sin querer un chico de cabellos algo rubios, de ojos verdes y de una chica, cabello castaño oscuro, ojos grandes y azules de piel blanca, Alec y Alex, por fin los había encontrado y no dude ni un segundo en ir a por ellos, tomé de la mano a Effie con delicadeza como si se tratase el pétalo de una rosa, y cuando estuve mas cerca mis ojos se posaron con asombro en el hermoso vestido de Alex, el azul le sentaba muy bien y se veía realmente maravillosa, pero fueron unos segundos de sufrimiento para apartar la vista de inmediato.
-hermano mío, que milagro verte por acá pensé que no vendrías, ya que a ti no te gustan estas cosas…oh Alexia es un placer volver a verte.
Hice una reverencia con mi cabeza al momento de saludar a Alex y apreté con suavidad la aterciopelada mano de Effie.
-Effie, el es mi hermano Alec y ella…es Alexia.
