Recién llegado

No estaba segura de cuanto tiempo había pasado ya desde la ultima vez que había estado completamente sola, sin sentir encima el peso de los acontecimientos que habían tenido lugar en la academia últimamente, me parecía una eternidad, pero de verdad no estaba segura. Me sentía libre de ir por allí sin tener que sentirme culpable o abatida de pensar en aquellas cosas que tanto tiempo había suprimido, no es que ya no importara, simplemente pertenecían al pasado y ya podía ser capaz de sonreír sinceramente sin que ese gesto me desgarrara por dentro. ¿Significaba que la vieja Alex había regresado? Tenia que comprobarlo…
Baje a la sala de estar esperando encontrarme con alguno de mis amigos… Andres, Noi, incluso Amy… pero cuando llegue estaba completamente vacía, genial. Iba a sentarme en un sillón cuando me percate de la presencia de alguien, había un niño tumbado en el suelo, el cual no había visto antes, pelirrojo, pequeño (tenia que ser de primero) en su cara aun se reflejaba el aire de la niñez, me senté también en el suelo casi a su lado.

—Hola—Salude alegremente… si alegremente— ¿quien eres? no te había visto.

Parecía un chico simpático y agradable, tal vez me causaba ternura y me alegro no tener que seguir fingiendo, no sentir ganas de ponerme de pie y regresar a mi habitación.
—Alexia—ahora que me daba cuenta no sabia cual era mi apellido, que raro… — todos me dicen Alex. Es un gusto, Doc. Creo que eres nuevo, en todo caso… bienvenido, espero que no te maten en las próximas semanas y sobrevivas al año escolar.
Termine soltando una risilla, esperaba que no pensara que intentaba asustarlo, no era ese el caso, aunque fuera de ser una broma, de verdad deseaba que sobreviviera.

Le devolví la mirada, observando sus ojos… eran bonitos.
No pude evitar preguntarme si pretendía asustarme o advertirme que el se unía no solo al alumnado de Greenwitch si no también a aquellos con “habilidades especiales”
—Preocuparme por mi vida ya es como una perdida de tiempo… —suspire—No hay nada que pueda… asombrarme… asustarme… lo que sea. ¿Eres una clase de monstruito con doble personalidad?

No le devolvi el gesto risueño, tenia que admitirlo que sus comentarios bromistas me habia hecho regresar a los recuerdos que con tanto ahinco habia tratado de esconder, sin embargo, era solo recuerdos y ya no importaban, quedaban unicamente como pinturas de lienzo... eran un pintoresco pasado.
-Bueno... conozco cosas que si muerden y sus colmillos no me preocupa tanto como su locura interna-esboce una sonrisa torcida y entonces hice aparecer una bolsa de galletas de chocolate para los dos-Eso de la ciencia y la magia nunca lo habia escuchado... suena interesante... hablame de eso. ^^^

(perdon la demora no tengo compu T.T)

no pasa nah ^^

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Me quede observando las galletas para ver si tenian dientes y luego respondí
-Bueno, aún estoy trabajando en ello, pero tengo un billón de anotaciones sobre ciencia y así, se me había ocurrido combinar ambas cualidades

Observe su expresion, tome una galleta y le di una mordida.
-Come una, aun no estan envenenadas... -dije haciendo enfacis en la palabra "aun"-Creo que eso que pretendes hacer seria un gran avance en nuestro mundo, podrias llegar a ser famoso, espero que algun dia me muestres uno de tus inventos, de verdad me ha interesado o si necesesitas ayuda... o un conejillo de indias cuenta conmigo ^^^

-...a... bueno... -titubee algo nerviosa, no tenia idea en que nuevo problema me habia metido, deberia aprender a cerrar mi bocota que era la principal causa de mis problemas-Supongo que si... depende el experimento, de verdad no quiero terminar teniendo tentaculos en lugar de brazos o convertirme en un elfo.
Me rei de mi chiste privado, definitivamente no queria ser un elfo.
-Pero con mis cosas puedes hacer lo que quieras, siempre es divertido pelear con un electrodomestico mutante y ademas asesino.. tu sabes para deshacerse un poco de la rutina.