No sabía que hacía yo en un lugar como este, tanta gente reunida en un mismo lugar comiendo haciendo ruido, divirtiendose, riendo, sonriendo, eran cosas realmente extresantes, desagradables, me daba asco el solo pensarlo, pero siempre hay que ver todo con una sonrisa aunque esa sonrisa no sea de amistad, una sonrisa diferente, cinica.
A pesar de todo eso, era el lugar ideal para buscar presa, buscar diverción, entretenerme un rato molestando a algún alumno que se encontrara solo, en eso estaba, buscando alguien de quien me pueda reir un poco. No paso mucho tiempo hasta que encontrara al candidato ideal, un muchacho que estaba comiendo en solitario, aparentemente feliz por algo, que bueno sería ir a arruinarle su diverción.
Camine lentamente por el Comedor hasta alcanzar la mesa en la que se encontraba el muchacho, a paso lento pero elegante camine el trecho que iba desde la puerta hasta la mesa, manteniendo una sonrisa misteriosa en mi rostro.