Nueva clase.

Después de clases fui al despacho de Kosroes cuidando que nadie me viera, aunque ya tenia una excusa planeada, porque alguien se daria cuenta despues, pero no ahora. Esperaba que no se hubiera arrepentido de la decision de anoche.
Toqué la puerta pero esta se abrió por si sola, no estaba segura de que fuera buena idea entrar, como si me importara lo que fuera bueno, abrí la puerta, entre y la cerre despues.
-Hola?-llame, el lugar parecía vacío.

Fantastico, no estaba invadiendo nada, eso era mucho mejor que entrar a hurtadillas en el despacho vacio de un profesor.
Fui hasta donde estaba Kosroes delante de ese extraño altar, me paré atrás esperando que se incorporara y diera instrucciones u ordenes, lo que fuera, estaba ansiosa.
-Buenas tardes... espero no haber llegado en un mal momento.

La verdad era que no estaba muy segura de lo que fuera, me exprimí el cerebro pensando y al final cuando mis ideas solo vagaban en torno a esa hipótesis no me quedó mas remedio que elegirla.
-No es aquella que consiste en tomar una imagen, foto, o tener una figurilla... muñeco de aquella persona a la que se quiere hechizar? Y todo el daño que este objeto reciba aquella persona también lo recibirá.

-No me importa lo que ellos puedan o no hacer... lo que me importa es poder yo. Cada persona es individual y estoy dispuesta a todo por aprender, aunque sea dificil yo se que voy a poder. -alcaré con firmeza. No me iba a echar para atrás en ningún momento, una vez que iniciaba algo, me veía obligada a terminarlo y esto ya había empezado.-Cuando habla del profesor Malcolm y sus chicos... ¿también se refiere a Markus? ¿quiere decir que él es como lud? Porque no lo creería el atacó a Tony y a Ludwig para sacarme de allí... aunque.... no se podría estar fingiendo, todos fingen, el mismo malcolm a lo mejor, no me cae nada bien... Bueno... y no hay forma de realizar la maldicion sin que le afecte a uno mismo?

-Ya veo.... lo supuse-torcí los labios- ahora entiendo muchas cosas.
Despues negué con la cabeza.
-Por ahora no tengo ninguna duda, todo está completamente claro, si la llego a tener preguntaré... continuamos?

Me senté en el suelo examinando la figura de cera, tomé un poco y empecé a moldear un trozo con mis manos, hice un monito con cabeza, brazos y piernas... se veía algo tierno-deforme pero la escultura no era mi gran habilidad especial, cuando terminé de hacer el monito me puse de pie y fui hasta el maniqui para coltarle un poco del cabello de su peluca y del bigote para adornar mi figurilla.
Se la mostré al profesor no muy convencida.
-Así esta bien?

Se me ocurrían muchas cosas pero pensé realizar la mas sencilla por si no funcionaba, saqué una copia del muñeco que acababa de hacer así como lo había hecho con la tablilla de historia de la magia. Lo dejé en el suelo y le apunté con mi varita.
-Incendio!

Demonios, la había regado bien regada. Creí que había estado bien porque eso era lo que había visto... la gente hace muñequitos e inmediatamente les clava agujas o hace el daño que quiere causarle a la persona.
-Ya no se enoje... solo fue un error-mustié malhumorada mientras limpiaba la cera derretida que había quedado en el suelo-aquí tengo otro. Ok... si le digo que quiero que el maniquí arda en llamas?

Es verdad, había olvidado esa parte, ya me resultaba raro que fuera tan sencillo.
Miré la daga perturbada y la tomé un poco indecisa, no me hacía ninguna gracia tener que herirme to misma.
Al fin tenía la daga en la mano derecha, mientras indecida miraba mi palma izquierda, pero tenía que hacerlo, acerqué la daga temblorosamente y la presioné contra mi piel, sentí como esta cortaba y la calidez de mi sangra empezaba a fluir, hice una mueca de dolor, pero inmediatamente dejé caer el liquido rojo sobre el muñeco.
-He...cho

Me sobresalté, creo que ya lo había terminado de desesperar, saqué de nuevo mi varita.
-ya no se ponga histerico!-le reproché-incendio

Sonreí victoriosa, lo había logrado!
Veía al muñeco retorcerce en el suelo, apoyaba la idea de que sería mucho mas divertido escuchar sus gritos de agonía como musica en mis oídos, suplicando por su miserable vida, me reí de una forma que no me había reído antes, una risa que solo le había escuchado a mi hermana.
-Ojalá fueras tu aleman!-le grité al maniquí y luego me volví hacia el profesor-Si genial ya funcionó... pero de que me servirá? en una batalla no me voy a poner a hacer muñequitos...
Rodé los ojos.

Me quedé sorprendida y recordé porque había elegido a Kosroes antes que Alan; Kosroes no se andaba con rodeos y no era ningún tonto fanfarron.
-Si, todo está bien-le informé- Me parece bien. Entonces la cárcel oscura tiene su contrataque sin necesidad de usar el contramaleficio solo para librarte de ella... eso no lo sabía... es algo así como el efecto que tiene la Oclumancia después de que alguien usa la Legeremancia... es que suena parecido.

-Si... solo necesito antes de ensallarlo aprender a hacerlo... lo he intentado pero no sale mucho-fruncí los labios en una mueca, entonces me acordé de algo-Profesor... desviándome un poco... el otro día tuve un nuevo encuentro con Ludwig y quizás no sea nada relevante pero... se veía como diferente, cambió de ser uno a otro de forma radical... y habló de él (Ludwig) en tercera persona, como si hablara sobre alguien ajeno a él... eso... es una pista sobre nuestra investigación?