En camino (familia kosroes)

Los elfos estaban aburridos... Ya llevaban un buen tiempo de camino a aquel lugar, aquella academia llamada Greenwitch...
Y todo se debía a ciertas noticias extrañas que habían llegado a sus lejanas tierras, efímeros rumores que traía el viento pútrido que los alimentaba..
Y ahí estaban ellos, su travesía ya casi había terminado, el camino llegaba a la meta ya, pero no se impondrían más restricciones sin antes haber disfrutado un poco de diversión...
Ethanii se introdujo ansiosa por la ventana de aquella casa humana, muggle al parecer... seguida por su gemelo y por el resto de la familia... todos movilizándose a través de las sombras que amaban.
Había sido una suerte encontrar esta casa tan grande y alejada de las demás, a pesar de ser una casa de humanos comunes, no podían darse el lujo de llamar la atención de ningún mago sobre ellos.
Aun no, aquello dificultaría demasiado las cosas... Morathii se rió de forma macabra y estruendosa mientras caminaba libremente por el hall del lugar.
-¡Ah! Un orfanato, montones y montones de niños humanos, ¡Que cosa más encantadora!- volvió a reír mientras entraba en una de las habitaciones ansiosamente. Los corazones de los demás se quedaron paralizados una micra de segundo... Mamá elfo daba miedo, todos le tenían terror, ella era tan poderosa y descorazonada que probablemente habría sido capaz de devorar vivo a alguno de sus hijos si este cometía un error, y aquello sin duda era algo a tener en cuenta...

Un agudo chillido agitó la noche, y excitó los corazones de los elfos... mientras Morathii salía de una de las habitaciones con un pequeño niño agarrado del cabello.
Era un niño muy lindo, sus grandes ojos azules brillaron frenéticamente con una fatal expresión de pánico, mientras su grito se expandía despertando a los demás...
Morathii miró al niño mientras pasaba la lengua por sus labios, saboreando con anticipación el dulce elixir de la muerte... Lo puso a la altura de sus ojos para poderlo mirar fijamente, poco a poco el chillido se apagó...
El pequeño de no más de 4 años, comprendió entonces la muerte, comprendió su muerte... La elfa ladeo la cabeza y sonrió de forma tierna, el niño abrió un poco mas los ojos, la fe haciéndose presente, una tímida sonrisa que lo ilumino todo... esperanza final...
Y entonces, la elfa lanzó aquel frágil cuerpecillo al suelo con agresividad, el chiquillo chillo en shock, dolía mucho, dolía, dolía, como dolía...
Quería que lo ayudara alguien, Diosito, la dueña del orfanato, su amiga Betty, su mami que hacía tanto ya lo había abandonado...
¡Que alguien lo ayudara! dolía ¡Dolía demasiado! sus brazos parecieron querer ir en cualquier dirección, desprendiéndose, mas dolor... El ya no quería mirar a esa bonita y escalofriante criatura salida de sus pesadillas, pero mientras sentía el sabor oxidado de la sangre en su boca, y trataba de respirar con todas sus escasas energías... la vio, y luego vio súbitamente la luz, que fue enseguida cubierta por una sombra... el fin.
Morathii trituró el cráneo del pequeño con su pie, estremeciéndose de satisfacción...
Su familia aun la miraba expectativa, Morathii extendió sus brazos...
-Diviértanse- Dijo sonriendo, y el infierno se desató...
El resto de los elfos presentes comenzaron a movilizarse justo en el momento en que montones de niños y los pocos adultos presentes salían de sus habitaciones, alarmados por el grito del pequeño, a veces los huérfanos tenían pesadillas, pero no gritaban tanto tiempo, esto salía de lo normal...
Cada uno de los humanos presentes se quedó paralizado al ver al extraño, hermoso y escalofriante grupo que presidía el espacio central...
Los elfos eligieron presas...
Ya no solo un grito rasgó la noche, la agonía presidía el ambiente...
Carcajadas, extremidades desmembradas, el hedor de la muerte, sangre, destrucción, gocé...
La masacré continuaba, las almas inocentes y heridas de los huerfanitos se perdían al olvido, una tras otra una tras otra... Ya no había salvación para ninguno...
La pesadilla se había hecho presente...

El sonido de unos pasos demasiados decididos y el aroma a decisión, contrario al de pánico y desesperación que reinaba en el ambiente, alertó a los elfos que algo estaba sucediendo en su plaza de diversión...
Ethanii fue la primera en verlos, aurores, asquerosos y fastidiosos aurores...
¿Que error habían cometido? ¿Como se habían delatado ante el ministerio?
Las preguntas se formularon casi automáticamente en cada una de las mentes de los alarmados elfos, uno a uno fueron dejando sus juguetes, preparándose para una buena batalla...
Morathii hizo rápidos cálculos, estaban en desventaja, ellos eran siete y ellos estaban sn Kouran (el que había ido a investigar por adelantado) lo que no solo los dejaba en desventaja numérica si no que les quitaba al miembro más poderoso de su familia luego de ella misma... Esto no iba a ser fácil y probablemente tendrían que optar por buscar un método rápido de escape...
Eso estaba mejor, a su favor también estaban las décadas y siglos de experiencia peleando juntos o por separado...
Un grupo de insignificantes aurores no sería nada para ellos...
La estrategia a utilizar recorrió rápidamente las mentes de cada uno de los elfos presentes, ellos se movieron como pequeñas fichas de ajedrez a su posición de ataque...

El juego había comenzado...

El momento de pelear se acercaba... Ansiaban ya el encuentro con la batalla, destrucción, muerte, salvajismo...Victoria.
Todos los elfos fueron a su escondites, por las sombras escondidos en su malignidad, algunos a las habitaciónes, otros en los espacios comunes, invisibles entre las brumas, la confución, su dominio...
Los humanos se dividieron, eso era bueno, un elfo por humano y por suerte habian dedicado uno de ellos a los enfermos... Estupidos humanos.
Morathii fue a por el que tenia el aura de mas poder en él, y la repartición se dio bajo tales argumentos, cada uno de sus hijos con un humano que tuviera un poder parecido...
Esperaron, quietos e invisibles cual fantasmas, a que estuvieran en las posisiones adecuadas, a cuando la situación les fuera propisia, y cuando fue el momento preciso...
Saltaron sobre ellos desatando a las bestias, y tomando ventaja de la situacion, el infierno avanzaba...


* Ardashir v/s Morathii ---->

Spoiler:

* Darío v/s Malekith ---->

Spoiler:

* Arsames & Tigranes v/s Ethanii & Ethanee ---->

Spoiler:

* Ariobarzanes v/s Drysha ----->

Spoiler:

* Stateira v/s Arathan ----->

Spoiler:

**Medico - Mitridates ---->

Spoiler:

La pelea comenzó cuando fue el momento preciso, algunos de los elfos se sorprendieron al ver el estilo peculiar de pelea de sus contrincantes, mas, no se amilanaron para nada…
Morathii se enfrentaba a un humano mago de gran experiencia y que parecía muy poderoso, pero ella lo era más, esquivó con presteza sus hechizos y luego lanzó un contragolpe desde su báculo, una concentración de energía oscura poderosísima, si alcanzaba al humano él estaría muerto…
Pero la esquivó, Morathii había quedado muy cerca y en el fragor de la pelea pasaron de la batalla mágica a una cuerpo a cuerpo, para la que Morathii ocupó una larga daga envenenada que sacó de sus vestimentas y que blandía con experiencia que sólo puede ser adquirida en milenios de lucha.
Malekith tuvo un poco de problemas para salir de aquella cárcel mágica, y no hubiera podido hacerlo si la magia ejercida por los elfos no fuera muy distinta a la de los magos...
Pronunció en el bello y horroroso idioma elfico deformado que ellos usaban un hechizo de contraataque, el hechizo salió disparado, era muy rápido y era letal, no había escapatoria para el humano...
Ethanii y Ethanee disfrutaban de sus contrincantes, provocándolos, y escapando a rapidez elfina luego, sus grandes macanas eran de un peso pluma para ellos. Ethanii se escabulló con facilidad del hechizo lanzado por el humano, y Ethanee combatió prestamente contra el otro humano... Pero en cuanto pudieron darse un espacio, retrocedieron soltando una malévola risilla, se tomaron de los brazos y comenzaron a bailar, agitando sus macanas en rededor convirtiendo el, en apariencia inocente baile, en una vertiginosa, ágil y letal danza de muerte. Allí residía el poderío de ellos, nadie los superaba en ataque conjunto...
Drysha y Arathan se enfrentaron a dos humanos habilidosos, pero también ellas eran de las mas habilidosas de la familia, sobre todo Drysha, tan fría y calculadora a la hora de pelear que no había objetivo que no se llevara la muerte de su venenoso sable...
Sin embargo los oponentes eran poderosos, Drysha esquivó el mortal hechizo con un grácil giro al aire y calló sobre él, fallado por poco en su objetivo... la cabeza del humano no estaba rodando por el suelo...
Comenzó a repartir prestamente muchas gráciles y certeras estocadas muy difíciles de evitar, debido a su brutal rapidez que hacía casi invisible la negra espada, su rostro se veía inexpresivo, sin expresar ni cansancio ni nada, sin expresar ni la mas minima emoción por la batalla, sólo un objetivo a cumplir...
Por su parte Arathan reía a carcajadas más fuertes, cada vez mas emocionada por la fuerza de su atacante, se dejo recibir a propósito el ataque y grito excitada cuando sintió las cuchillas desgarrar su piel, sin embargo frenó la magia antes de que le hiciera un daño serió, hizo girar su enorme y brutal alabarda sobre su cabeza, lanzando sin descanso una estocada tras otra sin dar espació de descanso a la delgada humanita que luchaba contra ella...
La batalla había comenzado y estaba en su apogeo, aun ningún bando lograba tomar ventaja del otro, y la lucha subía de intensidad por momentos...

La pelea se desarrollaba arrollando todo a su paso, una ola de destrucción y furia... Los elfos se divertían, y aunque sentían el peligro a sus espaldas, hace tiempo que no disfrutaban de un buen poco de violencia y sangre. Pues en los áridos e infectos confines desde los que venían, hace mucho, mucho tiempo que no había nada lo suficientemente "vivo" como para sentir la adrenalina asesina que los recorría en momentos; Es por ello, que la acción, sumado al reciente festín de muerte y sangre que se habían dado, los convertía poco a poco en bólidos asesinos...
...Criaturas ciegas en el frenesí de la destrucción pura...

Morathii tenía una situación complicada, sobre todo porque veía limitado el alcance de su magia, no podía arriesgarse a llamar la atención de más aurores y usar su verdadero poder sin duda los pondría sobre alerta, pero el mago con que peleaba no sólo era muy ingenioso y poderoso, si no que además se notaba que sabía lo que hacía, ósea, seguramente tendría mucha experiencia.
Morathii esquivó por poco el hechizo del humano y pronto estuvo de nuevo de pie, la llenaba una especie de rigor fanático, que la hacía ser poderosa a pesar de no estar usando gran cantidad de su poder, el báculo lanzaba hechizos casi tan seguido como la varita, y la figura de los danzantes contrincantes se perdía en toda esa maraña de luces y colores que recorrían la habitación por doquier.

Malekith mientras, tenía sus propios problemas con el humano que le había tocado, el humano era rápido de pensamientos, probablemente un gran estratega y sobre todo un excelente hechicero. Casi del nivel del mismo Malekith, casi...
Malekith vio el brillo asesino del filo de la daga venir junto con la tormenta de arena, podría haberla esquivado con facilidad. Mas, también él era rápido de pensamiento y en los ínfimos fragmentos de segundo que demoró la daga en llegar hasta él, Malekith ya tenía un plan y el hechizo para ejecutarlo preparado....
En medio del barullo arenoso en el cual era difícil ver cualquier cosa, se escuchó un gemido de elfo; Malekith salió de la tormenta con una mueca de dolor, la daga yacía incrustada en aquel lugar donde probablemente se escondería el pequeño y pérfido corazón del elfo.
El elfo gemía con cada paso, y su respiración prontamente se volvió irregular y jadeante, también pronto se hizo presente en su mirada la demencia asesina tan común en aquellas criaturas, sobre todo a la hora de la muerte. Tenía la mano del lado de donde estaba enterrada la daga colgando inerte, y con la otra aun blandía su báculo, de aquí a allá, sin absolutamente ningún sentido, casi ciegamente...
Se acercó al humano, quien simplemente se dedicó a esquivar confiadamente los burdos ataques del elfo ya casi se podía ver en el rostro del humano una mirada de premonición, iba a rematar al elfo ya inútil… Entonces, de un segundo al otro la mirada demente de Malekith desapareció, dando paso a una de despiadada inteligencia.
La daga que estaba “incrustada en su corazón” desapareció, como la hermosa ilusión que era, el brazo supuestamente inerte se levantó, y en la mano una cuchilla envenenada brilló a la leve luz de las velas…
Quizás fue el brillo de la cuchilla, o quizas el cambio de la mirada del elfo lo que alertó al humano del siguiente movimiento, no se puede saber, lo que si se supo fue que cuando Malekith se disponía ya a ejecutar su plan maestro... Justo en el momento preciso en que la cuchilla tendría que haber perforado un corazón…
Precisamente en ese momento el humano se apartó con presteza del fatídico sendero de la cuchilla, justo a tiempo, tan justo que no pudo evitar que la cuchilla desgarrara cruelmente la parte lateral de su brazo.
A pesar del fracaso en el plan original, Malekith sonrió. El intercambio tanto de golpes como de hechizos prosiguió, sin parar nunca, y sin esclarecer jamás al definitivo ganador.

La casa rebosaba por doquier de gemidos agónicos, el olor a sangre penetraba hasta en los más remotos recovecos, el sonido casi eléctrico de los hechizos y el entrechocar del metal... Arathan no podía estar más fuera de sí en su jubilo, esto era todo por lo que ella vivía, esto era lo que ella disfrutaba más que nada en el mundo; "Y además" pensó mientras veía a la humanita tratar de bloquear sus movimientos haciéndolas entrar en un lugar más estrecho, "además disfrutaría mucho de las vísceras de aquella joven humana, hermosa para los de su tipo… y su corazón, su corazón de guerrera sería estupendo para mantener con su sangre todas las múltiples armas que poseía, oh si... no hay nada mejor para un buen arma, que tibia sangre de un corazón valeroso".
Arathan pasó lentamente la lengua por sus labios mientras saboreaba la idea... Con una sonrisa odiosa y petulante tiró la alabarda hacía arriba, esta giró unos momentos en el aire antes de ir a parar a su funda en la espalda de Arathan, Ella sacó de alguna parte una sucesión de cuchillas, afiladas y nocivas. Las cuales lanzó con gran presteza a su contrincante la cual las esquivaba con igual presteza, durante bastante tiempo la situación no cambió ni un ápice...
Había que decir que la humana era bastante ágil para ser lo que era, pero seguía siendo humana al fin y al cabo, Arathan la siguió acosando con sus cuchillos, avanzando y lanzándolos con tanta frecuencia que la bruja no se podría concentrar en ningún hechizo...además, Arathan estaba logrando su objetivo... La humana siguió retrocediendo a la vez que esquivaba las dagas hasta que topó con una pared a su espalda, lamentablemente, ese fue justo el momento en que también se le terminaron sus fastidiosas dagas a Arathan.
Ahora tenía a la humana frente a ella, indefensa y cansada, pero no tenía ningún arma. Aun así la elfa no se dejó amilanar, de alguna parte (absolutamente desconocida) sacó una maza enorme, la cual blandió un segundo con rapidez, antes de que esta golpeara de costado a la bruja, la cual salió volando por el pasillo perpendicular al pasillo sin salida... Arathan rió a carcajadas mientras la veía caer como muñequita de trapo mucho más allá, seguramente no habría muerto, y dependiendo de la condición de sus músculos puede que ni inconciente estuviera, pero ello por lo menos la dejaría fuera de fuego unos diez minutos... Los humanos son más duros que los elfos, pero son igualmente frágiles.
Con una enorme sonrisa Arathan retrocedió a pasos violentos por el pasillo del que venían, quería ver si Drysha ya había terminado con el suyo, sabía que su hermana detestaba que se metieran con sus objetivos. Pero es que Arathan necesitaba más, a pesar de estar agotada y magullada necesitaba más, más masacre, más estragos... Y... El oponente enmascarado de Drysha se veía mucho más interesante que aquella humana flacucha a la que luego le devoraría las tripas, seguro que el enmascarado peleaba mejor, pues así lo vaticinada el aura de profundo rencor que lo circundaba.
Arathan se llevó una decepción cuando llegó. Drysha y el enmascarado eran casi equivalentes en el campo de batalla, Drysha era mejor en destreza con las armas, pero el enmascarado también usaba la magia. La pelea transcurría rápido y borrosamente casi sin un segundo de margen entre un ataque y otro, a veces incluso más rápido, tanto que sus movimientos se perdían de la óptica común "Definitivamente así no podría divertirse" pensó verdaderamente hastiada Arathan antes de recostarse contra una pared.
Ella quería seguir peleando, sin embargo su muy desgarrado y magullado cuerpo agradeció la pausa que la personalidad demente de su dueña no había querido regalar hasta el momento.

En otra habitación muy distinta una nube de polvo que se resistía a irse, impedía ver cuales eran los claros resultados de la contienda, sin embargo un chillido agudo de desesperación que se escuchó por toda la casa fue el que realmente informó cual era la situación en esta habitación...
En cuanto la molesta nube por fin decidió que era momento de desaparecer, sólo en ese momento los dos humanos tensos que observaban la escena con los pelos en punta, pudieron ver los resultados de su ingenioso ataque...
Una pequeña elfa yacía inconciente en el suelo, la mitad del cuerpo aplastado por el inmenso armazón de metal, que apenas si le permitía respirar. Junto a Ethanii con la ennegrecida piel absolutamente pálida y mirándola desesperado a la vez que saltaba de un lado al otro sin saber que hacer, estaba su hermano, Ethanee.
El elfo realmente tenía un aspecto penoso, la mirada desquiciada se volvía cada pocos segundos con frenesí hacía su desfallecida hermana, saltaba y no paraba quieto, trataba de sacar el armazón de encima, pero no parecía poseer la fuerza suficiente para lograr tal proeza, besaba con desesperación los labios de Ethanii pero nada parecía hacerla despertar. Ethanee desesperaba más con cada segundo...
Ya se tiraba las mechas y tenia pinta de querer prenderse fuego a él mismo... Cuando el objetivo de todos sus malos sentimientos cambió, su mirada febril, furibunda y maniaca se clavó en el par de humanos que le habían hecho eso a su querida. "Los destrozaría, desmembraría, les arrancaría la piel vivos y comería sus corazones mientras ellos lo miraban, clavaría sus ojos en palitos y lo que quedara de esos despreciables lo picaría en pequeños trozos para masticarlos y luego escupirlos sobre un pozo pútrido..." Pensó mientras los miraba, con los ojos fuera de orbitas y doblando en un angulo extraño la cabeza.
Su risa demente se escuchó por todas partes alertando a los demás elfos.
Mientras el demente Ethanee se dirigía a los humanos tomando un mazo que estaba agarrado a su cinto, los golpeaba sin descanso, con furia y brutal poder...
"Sii, sii... los aniquilaría y no solo su cuerpo, su alma también, usaría la magia sagrada para encerrar esas almas en el peor de los sufrimientos, si, eso haría" Pensaba junto a cada golpe dado.
Primero fue a por el que tenía más cerca, sin siquiera preocuparse por el otro, en estos momentos poco le importaba nada, agitó con violencia su maza frente a él y esta fue a parar contra el estomago del mago que tenía en frente, el mago no lo había esquivado, aun cuando habría sido muy fácil. Los motivos de aquello no quedaban nada claros; podría haber sido simplemente pena, pena de ver a la oscura criatura reducida a un estado peor que animal, o quizás, quizás no pudo salir de la impresión que le provocó ver venir como un huracán hacia él ese rostro espantoso, totalmente deformado y repugnante, lleno de odio y rencor. E incluso, puede que fuera un poco de ambas cosas, el asunto fue que el humano mago salió volando un buen par de metros, y Ethanee que lo había seguido corruptamente con la mirada corrió tras el para empezar a destrozarlo...

La batalla ya era demasiado larga, y la gran mayoría de las veces, las situaciones violentas no tienen vencedor, solo cifras rojas.

El chillido que Morathii soltó al ser herida resonó por todo el hogar...
Ella se giró enfurecía hacía el humano que había osado hacer tal daño, En su mirada se notaba una furia sanguinaria y asesina que destruiría ejércitos enteros.
Aun así, Morathii se vio obligada a evaluar la situación antes de seguir, Sus bellos hijitos estaban resultando heridos, y aun no se sabía a ciencia cierta quien sería el final vencedor de esta batalla...
Y los resultados siempre podían ser desfavorables.
En cuanto la resolución pasó por la mente de la elfa, todo el resto de la familia comenzó a moverse, su hijo y esposo se desembarazó de su oponente desapareciendo y apareciendo junto a ella en una fracción de segundo...
Arathan finalmente intervino en la batalla de Drysha, alejando de un mazazo al oponente de su hermana, ambas corrieron más rápido de lo que lo haría cualquier humano en dirección a los gemelos, llegaron justo un momento antes de que acabaran por ellos, pillaron a os humanos por la espalda alejándolos violentamente y haciéndolos volar, Arathan levantó sin ningún esfuerzo aparente la lámpara que aplastaba a su hermana, y tomando a esta sobre su espalda. A pesar de su apariencia Drysha también tomó a su hermano sin esfuerzo alguno, y antes de que los magos pudieran levantarse y obstaculizar su salida ambas desaparecieron de allí sin dejar ni una huella de polvo tras su retirada…
Ahora todos los elfos estaban junto a su madre, las ordenes había sido directa y ninguno de ellos tenía el más mínimo deseo de desobedecerla.
Morathii sonrió socarronamente al humano que tenía en frente, a la vez que hacía una pomposa y burlesca reverencia… Entonces… Todos desaparecieron, sin más escaparon del incierto destino que les habría deparado seguir así. Después de todo su labor estaba hecha, no había quedado nadie rescatable en aquel lugar, detrás de ellos sólo había quedado el hálito pútrido y desvergonzado de la muerte envolviendo el lugar.
Estúpidos Aurores, al final, nada habían logrado.