Mira lo que trajo la marea [Andres, Maximo]

[...-tranquila- le dije enseñandole mis manos- esta contolado, lo siento- dije poniendome una mano en la nuca- de acuerdo, no me preocupare, si eras asrte de mi vida, espero poder recordarlo y sino... pues bienvenida a ella!!! - le dije riendome mientras bajaba del bote...]


Puse los ojos en blanco y bajé del bote de un salto, nunca un viaje desde Thabepha me había parecido tan largo.
-No tengo miedo a tu "don" o a lo que puedas hacerme... mis miedos son cosas que no podrías ni imaginar. -le dije mientras caminaba por la playa.
Se sentía bien estar en casa después de lo que había pasado y ya estaba lista para empezar de nuevo con aquella farsa.
-Ven sígueme, no te quedes ahí... supongo que alguien mas se alegrará de verte.-Me encogí de hombros esperando encontrar pronto a Andres.

Me quede parado durante un instante unto al bote mientras ella emprendia la marcha, ¿alguien mas se alegraria de verme? esque acaso habia algien mas jugando al mismo juego que aquella chica o lo que fuese aquello, seria una prueba... nadie sabia que venia, nisiquiera la directora lo sabia, asique tal vez fuese cierto... o nose...

-¿supones? ¿alguien mas?- pregunte intrigado, espere unos segundo a k me respondiese, pero al ver que no obtenia respuesta inmediata me enconji de hombros y me puse a seguirla.

Seguí andando con las manos dentro de los bolsillos de mi pantalón corto, dibujando cuan expresión aburrida en un día casual, como si aquel suceso hubiera ocurrido tantas veces que resultaba tedioso tener que vivirlo nuevamente.
En mis pensamientos se alojaban antiguas imágenes de la niñez, nítidas como fotografías, colores vivos y reales, cuando todo era perfecto y a ninguno de los tres nos preocupaba nada; no escuela, no romances, no problemas; una vida libertina, una pista de Skate, la guitarra y un balón de futball.
Max iba detrás mío y yo moría de curiosidad por saber que pasaba por su cabeza ahora; tal vez me mostraba desinteresada por él chico o poco hospitalaria incluso hóstil, pero no había nada relevante que hablar, lo que se podía decir ya había sido dicho y lo que se podía hacer había sido hecho.

A lo lejos se escuchó una voz que pronunció el nombre con el que me conocían los que hacían llamarse mis amigos y poco a poco, mientras nos acercábamos mutuamente podía ver con claridad la silueta fornida y masculina de Andres, una sensación de alivio recorrió mi cuerpo como una descarga eléctrica, él estaba bien, en una sola pieza y eso me bastaba para estar satisfecha, no me habría perdonado si la bestia lobuna lo hubiera dañado por intentar ayudarme, simplemente no podría soportar otro peso similar. No había hablado con él desde aquella noche de pesadilla, solo me había encargado de saber que estaba bien para después refugiarme en mi misma.

Alcé una mano en forma de saludo y los pocos metros que nos separaban los rompí corriendo hacia él para anticiparle lo que estaba a punto de encontrar.

-Hola-saludé de forma casi diplomática-Tal vez te estaras preguntando como es que él esta aqui... sí, es Maximo, pero él no sabe quienes somos nosotros, no nos recuerda... parece que algún accidente le ha hecho olvidar su pasado... así que se razonable.

Caminamos hasta llegar a donde estaba Maximo.

-Max, él es Andres, es mi amigo, también es tu amigo, de quien te había hablado hace unos instantes... como te has dado cuenta sabe quien eres. -puse una mano sobre su hombro-no planeamos hacerte daño... y... puedes contar con nsotros en lo que necesites.

vi como aquella chica, Alex, actuaba totalmente diferente a como se habia comportado durante nuestro encuentro, por lo que podia ver, volvia a estar actuando, aunque su comportamiento no se habia regularizado desde que nos habiamos conocido, aunque, habia sido tan real cuando me abrazo...
vi como ella auque se reunia con un chico que hacia poco que habia llegado a la playa, habia oido como desde lejos habia gritado mi nombre y el de Alex, al parecer el ambien me conocia, o ella se lo habia dicho de algun modo, pues era mucha casualidad que alguie mas que supuestamente me conocia llegase justo en el momento que nosotros llegabamos a la isla, algo no me olia bien. La chica me presento a su, amigo y supuestamente tambien al mio, no sabia como reaccionar, todo se hacia cada vez mas confuso y como aquello sigiese asi, me llegaria a descontrolar y no podia permitirmelo, retrocedi unos pasos a tras intentando alejarme, ubiese salido corriendo si no ubiese sido porque unas palabras me vinieron a la mente... "se tu mismo" entonces me pare y los mire a los dos... tal vez habia sido cosa del destino encontrarme con mi pasado en ellos? o tal vez por eso habia sido enviado alli? fuese lo que fuese, debia de descubrirlo y hasta que eso ocurriese debia ser yo mismo.

-esto... hola andres!!- le dije mientras lebantaba una mano apra saludale- encantado de conocerte, o de volverte a encontrar, no lo se... pero espero conocerlo pronto.

Había hecho lo que tenía que hacer, pero, sin embargo no estaba satisfecha con lo que había hecho, de alguna manera podía sentir la confusión abrumadora que embargaba a Maximo, y en su mirada, sus expresiones podía ver que se debatía internamente sobre si debía o no confiar definitivamente en nosotros, y, observandolo desde su punto de vista él era quien tenía la razón, que extraños debíamos vernos Andres y yo hablándole de cosas que él no entendía y que no recordaba.

Quería hacer algo mas, algo que no me hiciera sentirme tan frustrada, pero aunque me exprimía el cerebro pensando en alguna buena idea no lograba encontrar una solución, y lamentablemente no podía devolverle la memoria, era egoísta de mi parte querer intentar toda clase de hechizos y pociones que probablemente le harían pasar un mal rato, solo para que yo tuviera un poco de felicidad que acumilar. Rechacé la idea realmente asqueada de mí y guardé silencio mientras intercambiábamos miradas, sus ojos era un profundo misterio y su interior demaciado vacío...

Cerré los míos sin poder soportarlo ni un minuto mas y respiré profundamente para controlar mis emociones, los sentimientos unicamente me hacían ser mas débil y yo no quería serlo, no lo era.

El silenció incómodo siguió prolongánsdose hasta volverse casi insoportable.

Abrí los ojos de nuevo para lanzarle una sonrisa a Máximo en una forma sutil de pedirle que por favor confiara en nosotros, en sus amigos.

-Bueno... yo creo que tengo que irme-dije rompiendo el silencio-Andrés... si Max quiere podrías enseñarle la academia... Los veré luego.

El silencio se hizo abrumador de un momento al otro, este no parecía ser el Max que yo habái conocido, nuestro amigo, era diferente, no solo parecía no recordar absolutamente nada sobre quienes eramos nosotros, sino que no recordaba nada más, y sin importar cuanto nosotros queríamos que recorara era imposible.

La situación era bastante incomoda ya que nadie parecía querer hablar o decir algo, yo porque no sabía sinceramente que decir en lo absoluto, y Alex, supongo porque se estaría devatiendo algo importante en su cabeza y no sabía exactamente que hacer, no la culpaba, yo estaba igual. Simplemente me limite a pasar el tiempo que se hubo en silencio mirando mis pies como si fueran algo interesante, la situación era extraña y rara, no el tipo de cosas que me gustara mucho.

Mire con el ceño fruncido a Alex, extrañado por lo que estaba haciendo, por lo que había dicho, me iba a dejar aquí solo, oh no claro que no, ella no se iría ahora dejandome a mi solo sin saber que hacer, extendi mi mano rapidamente para atrapar el hombro de Alex, deteniendo su marcha, mientras seguía sonriendo yo amistosamente para luego con cuidado volver a traer a Alex con nosotros.

- Vamos Alex, seguro que puedes quedarte más tiempo aquí para ayudarme a mostrarle si quiere el colegio a Máx, sábes la mala memoria que tengo en ocaciónes - respondí a mi amiga con una sonrisa amistosa y un tono de voz de falsa tranquilidad bien disimulado -