la tarde era aburrida daba vueltas por el jardin de la academia sin saver que hacer, ya no podia segir contemplando el sol, pues ya casi habia caido del todo el aburrimiento me empezaba a matar, in poder resisitirme cree tres bolas de fuego pequeñitas como una pelota de golf y empece a jugar con ellas perdiendome en su belleza calida y ardiente con una especie de juegos malabares o manejandolos por el aire sin tocarlos casi, aquel juego lo hacia desde k tenia memoria, siepre me entretenia