Queriendo divertirme (Andres y libre)

Me senté en la sala, aburrida. Tomé una lapicera, un papel y comenzé a garabetear cosas sin sentidos.
Suspiré e hize un bollo con el papel. Tomé otro y comenzé a dibujar un magnifica rosa, tomando el tiempo en cada detalle, intentando sumergirme en el dibujo y distraerme un poco de todo.

Entre corriendo a la Sala de Estar de la Cabaña, mi apuro, ninguno, venia de la playa y no tenia mas que mi shor de baño, no llevaba ni siquiera algo para los pies o la varita, habia ido a nadar un poco y habia dio sin nada, solo con el shor y luego de un rato sin mi varita magica me habia sentido extraño y venia corriendo solo para buscarla, algo estupido pero bueno, uno tenia sus mañas, y por distraido que estaba no habia visto un pequeño banco que habia en el camino, no en el camino comun pero yo venia saltando todo obstaculo, por la velosidad a la que iba no lo vi y termine tropezando con el, provocando una estrepitosa caida, que fui a parar a un costado de una chica que se encontraba sentada garabateando en una hoja.

- Auch - fue lo unico que atine a decir por el dolor que me provoco, el golpe

Sin duda, habia logrado introducirme tanto en el dibujo que me lleve un gran susto cuando escuché una estrepitosa caida, que me hizo saltar del banco en donde estaba, sacando rapidamente mi varita y apuntando a lo que se suponia que era un enemigo, o algo asi. Sin embargo, solo vi a un chico tirado en el piso, con un gran lio a su alrededor. Sonreí, mordiendome el labio para evitar una carcajada, y me incliné a ayudarle.
-Vaya porraso, eh? Estas bien?- le pregunté, para ver que era Andres. Habiamos coincidido en varias clases y eramos de casi la misma edad, asi que nos conociamos un poco. -Vaya, Andres! Que haces corriendo asi? La proxima vez, terminaras en un hospital!- le dije, ahora con una sonrisa, pero de amabilidad, mientras le extendia la mano para ayudarlo a levantarse.

No me habia dado cuenta de con quien me habia chocado hasta que abri los ojos y observe a una chica en cunclillas frente a mi estendiendome una mano para ayudarme a levantar, callo como caida al cielo porque el golpe me habia pegado tanto en la cabeza que dudaba que me pudiera levantar sin tambalearme, contando que seguia algo bobo por tantos golpes que me habia dado en el corto transcurso del año, esto sumaba otro a la coleccion, pero por ahora seguia bien, sin ningun problema de momento como falta de memoria o cosas por el estilo.

- Estoy bien, estoy bien, otro golpe mas para la coleccion - respondi con tono divertido mientras le sonreia, le guiñaba un ojo y tomaba de su mano para darme un pequeño impulso y levantarme del suelo algo adolorido - Es que fui a la playa y no lleve nada mas de la ropa que llevo puesta ahora y pase mucho tiempo sin mi varita y comence a extrañarla, por eso vine corriendo, no vi el banco aquel y cai muy feo

Luego de decirle eso a Sarah torci el rostro para buscar el banco, encontrandolo bastantes metros alejado de donde estaba, el estado del banco era totalmente irreconosible, se habian separado las patas del banco y el asiento habia volado hacia un lado, estrellandose contra una pared y partiendose a la mitad, frunci el ceño estrado por el destroso que tenia, le habia pegado con fuerza pero tampoco como para que quedara de esa forma.

Reí y lo ayudé a levantarse.
-Ten cuidado con tu coleccion de golpes, Andres. No siempre es bueno coleccionarlos- dije, poniendo los ojos en blanco. Aunque no siempre me caia, mi equilibrio no era exactamente el mejor. Al escuchar lo del banco, tambien me giré a verlo.
-Vaya, pobrecito banco- dije, con una mota de lastima en mi voz. Agite mi varita y se arreglo, volviendo a ser el de antes. Miré a Andres y le sonreí.
-Asi que olvidaste tu varita? Eso es bastante raro... Jamas te he visto desprendida de ella![/i]- le dije, mientras le guiñaba un ojo. Era logico que nunca lo hubiera visto sin ella, ya que casi siempre que lo veia estabamos en clases.

- Talvez porque solo me veias en clase querida compañerita - respondi con tono alegre guiñandole un ojo en tono jugueton a la muchacha, observe como reparo la silla nada dificil para nadie, solo que yo no tenia la silla y solo me habia sorprendido el estado en el que habia quedado, me extraño verlo destrozado de esa manera, pero seria tema de pensamiento para otro momento - pero es verdad, nunca me separaba de mi varita, solo que tuve la necesidad de ir a nadar a la playa y bueno, me ganaron las ganas - respondi con un tono risueño sonriendo divertido ignorando porsupuesto lo de mi gran lista de golpes por un segundo luego formando una mueca de disgusto por un segundo para transformarla luego en una mueca sarcastica - pues de eso ya no ahi vuelta atras, tengo muchisimos golpes y cicatrizes, talvez algun dia llegues a ver una

Levanté una ceja, divertida.
-Algun dia llegaré a ver una? Es que acaso estan en donde la gente comunmente no las ve?- le dije

- Bueno, algunas si, otras no - respondi enigmaticamente, sonriendo de costado divertido para luego guiñarle un ojo galantemente - unas las puedes ver ahora, otras no - tenia golpes, moretones y cicatrizes por practicamente todo el cuerpo, recordaba la mayoria de los golpes como me los hize, otros fueron tan fuertes que he olvidado ya como me los hize y en que situacion -

Reí, divertida.
-Vale, quisiera ver alguna cicatriz, pero mejor en un lugar mas intimo.- le dije, para reir luego. -Es broma, es broma! No quiero ver ninguna cicatriz .- agregué al instante, gruiñandole un ojo.

- Si eso es lo que quieres, talvez sea otro dia - le respondi hablando con un tono bajo, seductor mientras le guiñava un ojo siguiendole el juego a Sarah, para luego lanzar una pequeña risa divertido por la pequeña broma - Segura? mira que verlas no hace nada, talvez te da un poco de asco y cosa, pero mas que eso nada, - termine con el mismo tono de voz divertido y risueño de antes

Reí ante la descripcion de sus cicatrices.
-Tan feas son? Mi cicatriz mas fea es esta- le dije, arremangandome la tunica sobre el brazo derecho. Tenía una quemadura que casi ni se notaba que, curiosamente, tenia una forma semejante a un corazon. Le sonreí.
-Esta me la gané por trepar a un arbol sin que haya nadie cerca... Me caí y me corté con las ramas a medida que caia.- le dije, risueña.

- Bueno ya que empezamos a mostrar cicatrices, aqui te voy a mostrar una de las mas dolorosas que me hize - le sonrei alegremente y levante mi brazo izquierdo mostrandole mi costado, un corte bastante largo que me hize aquel dia en Death Island durante aquella batalla, los recuerdos de esa batalla quedavan aun vivos en mi mente, aunque mientras mas trataba de recordar ciertas cosas no podia, las tenia bloqueadas segun parecia ser - me la hize en una escurcion a Death Island, tuve un pequeño encuentro con un animal ahi, me costo bastantes heridas ese animalito

Lo miré, preocupada.
-No le has echo daño, verdad?- cada una de mis palabras estaban plagadas de dolor. La herencia de mi abuela era poderosa. Como semininfa, el dolor de algun animal, era un dolor que yo tambien sentia en forma de tristeza.

- Creo que el que recibio mas golpes en esa pelea fui yo - no pude evitar fruncir el ceño recordando aquella cosa con la que me cruze en Death Island, algunas cosas no se me olvidaban, como la maldita cueva en la que me lo encontre y la lucha que tuvimos, pero habian cosas que no cerraban, pero sin importar que me esfuerza que intente no podia recordarlas, eso lo odiava -

Mi rostro se alivio. No era normal que me importara mas un animal que un amigo, pero despues de todo, yo tampoco era normal. Le sonreí timidamente.
No ibas a por tu varita hace unos instantes?- le pregunte, divertida

Casi me olvidaba de ese pequeño detalle, puse rapidamente una mano en mi frente, golpeandomela al recordar que me habia olvidado de buscar la cosa por la que me habia corrido media isla para llegar a la Cabaña, y a los tropezones, casi callendome nuevamente en el camino corri hasta mi habitacion para sacar mi varita que se encontraba entre mi ropa, sujetandola fuertemente con mi mano y bajando un par de minutos despues hasta donde estaba Sarah.

- Casi me olvidaba de ese pequeño detalle, cambiando de tema, que era lo que hacias por aqui tu sola? - le pregunte con tranquilidad una vez llegue y me recoste sobre un sillon cerca de donde ella estaba en el momento en que baje de la habitacion, le sonrei amistosamente y espere su respuesta -

Reí al verlo irse y volver tan rapido.
-Se nota que tienes el don de correr como flash, cierto?`- le dije, divertida. Escuche su pregunta y sonreí, mostrandole un libro.
-Estaba investigando un poco sobe mi abuela- le dije, mientras inconcientemente apoyaba el libro sobre mi regazo y arriba ponia la mano en que tenia mi varita firmemente sujeta, asi como una defensa hacia el libro.

- Ok, pero no tienes que ponerte tan a la defensiva no te iba a sacar el libro - rei divertido cuando vi su pequeña reaccion, asi como tomando una actitud defensiva, ya no me molestaba porque ultimamente pasaba muy seguido pero me gustaba ponerlos incomodos haciendoles notar que no era tan estupido, coloque una simple sonrisa divertida en el rostro, falsa porsupuesto y mi voz salio como en un tono de broma, nadie sabe nada, nadie entiende nunca nada - No como flash pero si corro bastante rapido en verdad

Miré mi actitud y baje la varita, riendo avergonzada.
-Lo lamento, Andres... Lo hize sin querer- me disculpe. -No es nada personal, enserio... Solo que ultimamente me siento algo nerviosa con todo lo que tiene que ver con mi familia, es como si algo estuviese por pasar.- dije, mientras miraba hacia abajo, ya sin la sonrisa en mi rostro.

- No te preocupes, fue solo un comentario, no me molesto en lo mas minimo - le trate de tranquilizar sonriendole amablemente, acercandome a un sillon y sentandome en el perezosamente, estirandome en el, recostando mi cabeza contra el respaldo - trata de relajarte, talvez es solo tu imaginacion, o es porque tienes que solucionar algo que quedo pendiente y este es el momento, vaya a saber

Le sonreí y llevé mi mano al cuello, donde tenia una cadenita que me habian regalado toda la familia de mi abuela apenas naci.
-Es que no dejo de tener este presentimiento de que algo le pasara a mi abuela y eso me debilita mas que nunca... Casi ni me es posible concentrarme, si sigo asi podria hasta llegar a perder mis poderes como semininfa...- le dije, sin pensarlo. Nadie debia saber de que existian, aunque en el mundo de la magia era posible. Me llevé las manos a la boca, con expresion horrrizada, sin saber que hacer. ¿Como se me habia escapado un secreto tan grande? ¿En que estaba pensando?

Bien, eso habia sido extraño, frunci el ceño tratando de entender bien lo que ella habia dicho, "semi ninfa?", habia escuchado bien o solo lo habia imaginado, me acomode y me cruze de brazos mirandola durante mucho rato en silencio, esperando o que ella se explique bien que quiso decir o que yo encontrara algo que me aclarara la mente, pero parecia no haver nada, no sabia que eran las ninfas ni como lucian, una semi ninfa pareceria mas humana, no?.

- Es que estoy traumado por lo que ha sucedido y lo que he visto en esta Academia este año y estoy escuchando cosas o tu acavas de decir poderes de semininfa?

Mordí mi labio, nerviosa. "Tonta, tonta, tonta!" dijo mi mente. ¿Como podia haber dicho eso. Miré alrededor, nadie nos prestaba atencion.
-No se lo diras a nadie, cierto? Nadie debe saberlo!- le dije, casi con fiereza, mientras lo miraba a los ojos buscando la verdad en ellos. No me podria mentir, siempre detectaba la mentira en la mirada de los demas.

Me cruze de brazos y me la quede mirando, me parecia ofensivo que ella pensara por algun momento que yo iba a ir con el chisme a todo el mundo, bueno ella no me conocia pero aun asi, de todas maneras no iba a decir nada, no dependia de mi decirle a nadie sobre su cualidad, al igual que ella, aunque no supiera, no dependeria de ella decir de mis cualidades.

- No te preocupes, nadie se enterara de eso no depende de mi rebelarlo a alguien, sino de vos, y mientras tu no lo hagas... yo sere una tumba - respondi con seriedad a Sarah, cruzado de brazos, manteniendole la mirada a ella, al igual que ella a mi, como un duelo... pero de miradas

Observé su mirada, tan seria y llena de orgullo como sus palabras.
-Te creo...- le murmuré y luego le sonreí levemente. Me acerqué un poco a él, como para contarle sin que nadie se dé cuenta. Tomé nuevamente mi libro y, viendolo por ultima vez a los ojos, lo abrí. Las imagenes eran tan vívidas como una foto, o incluso un video... Le sonreí y le señalé suavemente la primera de ellas. Una hermosa colina.
-Desde tiempos inmemoriales, los seres de la tierra reinaron... Sus vitalidades se acercaban a los inmortal, ya que vivian de la tierra que ellos mismo pisaban, flores que sentían, arboles que acariciaban... Toda la vida era preciosa... Hasta que llegaron ustedes- mi voz se habia comenzado a tornar lejana. Ya no hablaba por mi, si no por mis antepasadas. Miré a Andres cuando dije "ustedes", y di vuelta la página, mostrandole la colina, ahora con un brujo en ella, como reclamando poder. -Los magos, superiores en fuerzas ya que nosotros no destruimos vidas, nos expulsaron del poder. La era de dioses acabó, las hadas, duendes, faunos y nosotras, la ninfas, fuimos recluidas a la memoria colectiva, siendo solo sueños...- Volví a dar vuelta la pagina, donde una hermosa mujer con cabellos rubios, con una belleza aun mas superior a la de una Veela, estaba confinada en una cueva oscura, sin brillo en su mirar. Expresaba la tristeza de su pueblo.-La vida de mi pueblo fue destruyendose, hasta que una hermosa niña descubrió accidentalmente la solucion a todos los problemas.- le sonreí... La colina brillaba nuevamente, una joven ninfa bailaba en un bosque y un brujo la miraba desde las plantas. Ella era hermosa, como cualquiera de su especie. Tenia el cabello rojo como el fuego, sus piel era delicados y su rostro tan pacífico como el océano mas calmo. El joven brujo tambien era guapo. Sus ojos eran azules profundos, su cabello, oscuro como la noche. Pasé un dedo sobre la foto, con una sonrisa. Miré a Andres.
-Ella es Selene Luna Asoral... Él es Benjamín Marcus Torres... Ambos son mis padres- sonreí casi con nostalgia -Desde mi nacimiento, mi pueblo logró sobrevivir... Uniendo enemigos con el amor, y poder percibir el resultado, el poder de la tierra comenzó a restaurarse... Aunque...- mi sonrisa volvió a desaparecer. Toqué nuevamente el collar de mi abuela con tristeza, la unica coneccion que tenia con mi pueblo. -El poder de mi pueblo ha disminuido desde que entré al colegio, y temo que empeore... Pero al mismo tiempo no me quiero ir de aqui...- lo miré. Era la primera vez que le contaba a alguien de mi vida, mi familia. Andres siempre habia sido muy gracioso, quizas por eso ahora confiaba en el... Lo miré, casi suplicante.
-Tu que harías en mi lugar?- le pregunté.




Off: me rre sarpe, quedo rre largoo!! ^^U