Un poco de diversion

Ah, Death Island, mi lugar favorito al fin habia podido meterme en este bendito lugar y asi poder encontrar algo de divercion, aunque sea torturando y matando a algun animal, como un Oso, o algun animal magico, ya que todavia no habia podido torturar ningun alumno o mago de alguna de las Islas que rodeavan la Academia. Al primer lugar donde me diriji fue al pantano, devido que ahy siempre se encontraba algo con lo que divertirse un poco, a paso lento y suave, tratando de no ser escuchado , tenia la varita fuertemente aferrada en mi mano y una sonrisa sadica adornando mi rostro.

Gire mi rostro rapidamente cuando senti algo cerca mio y apunte mi varita en esa direccion, esperando poder ver que era lo que estaba ahy para atacarlo, me acerque lentamente hacia donde venia el ruido aprontandome para reaccionar y atacar en cualquier segundo.

Ya estaba cansada de que me trataran como una niñita y me cuidaran y protegieran todo el tiempo, ni que me fuera a romper en pedacitos como una muñeca de porcelana; nunca me dejaban hacer nada interesante. Además que me aburría en grande, tampoco había visto a Ludwig en mucho tiempo y cuando lo veía segundos despues desaparecía de mi vista como si me estuviera evitando.
Fui hasta Death Island, buscaba peligro, adrenalina, la última vez que había estado ahí Ludwig tambien lo había estado, creo que tenía una pequeña esperanza de encontrarlo. Lo necesitaba.

No conocía los caminos de ese lugar de memoria, pero de alguna forma quería perderme, no se porque, necesitaba el peligro de igual manera. Vi a lo lejos una luz, probablemente un claro, estaba cansada de caminar mucho. Salí de la espesura del bosque y me encontré con una persona, lo reconocí inmediatamente, me apuntaba con su varita.

-Hey, baja eso, solo soy yo. -le dije molesta. No era Lud.

Lo fulminé con la mirada, solo era un idiota con aires de aristocrata y ego super elevado. Metí mis manos en los bolsillos, sabía que tampoco me debía confiar de el, era despues de todo un trytian y aún seguí apuntándome con su varita.
Caminé unos cuantos pasos a la derecha de forma disimulada mientras dentro de los bolsillos de mi chaqueta asía fuertemente la varita.

Le sonreí con timidez y me pasé un mechón de cabello detrás de la oreja.

-Solo daba un paseo por este lugar, es interesante... y te pediré, Montana, que no vuelvas a llamarme niña delicada. -le dije con dulzura.

Retrocedi un paso, ese chico tenia cara de maniaco que no me gustaba para nada.
-Si probablemente, pero creo que mas que sus cuernos pule sus colmillos, esta dispuesto a usarlos si es necesario-le dije como indirecta de "si me haces algo el se va a vengar, era estupido, pero no se me ocurria nada, el parecia enfermo mental y sinceramente me daba miedo. -Bueno, ya me tengo que ir hay mucho que ver por aqui, fue un gusto verte, Tony.
No me di la vuelta pero camine de espaldas por donde habia venido y despues me di la vuelta para tratar de caminar mas rapido, crei que ya lo habia perdido.

Había estado dando vueltas por death island, desde que mi castigo fue ejercido necesitaba mucho más tiempo que antes para dejar salir mi verdadera esencia y así nunca más volver a ser mas un patético humano que otra cosa, aun sentía repugnancia de mis acciones cuando por culpa de la estupida de Maysonet mi parte mas patética había estado apunto de tomar el control...
Mi maestro me había prohibido volver a hablar con ella, más como medida de prevención
que otra cosa, no había nada en esa patética humana que me importara ahora... Por mí podría morir hoy y no habría problema alguno...
Y pensando en ella, ahí estaba la estupida humana, jugando con ¿quien? ¿Ese era Montana?... Salí de las sombras caminando con seguridad, no me importaba si Montana se deshacía de esa, pero me aseguraría de que lo hiciera con cuidado, si lo pillaran, podría echar a la basura muchas cosas que era miles de veces más importantes que su mínima existencia...
-Ey Montana ¿Divirtiéndote?- le dije en un frío tono jocoso con un filo de
inusitada amenaza, no me preocupé por mirar a Maysonet, no era algo muy importante ahora

.

-Dije que tengo que irme... no he venido a jugar
Volví a retroceder, Tony estaba loco y apenas me daba cuenta, esa cara de maniaco no ayudaba en nada para que me tranquilizara y pensara lo contrario, de nuevo me apuntaba con su varita y yo sostenía la mía aún con mas fuerza dentro del bolcillo de la chaqueta.
Estaba dispuesta a atacarlo y usar maleficios si era necesario, maldiciones o lo que sea, pero antes de que una batalla se desencadenara vi a Ludwig y sentí un tremendo alivio y me acerqué a él sabiendo que estaba salvada, no me contuve mi felicidad y alivio, solo lo abracé rodeando su cuello con mis brazos
-Lud... puedo... ¿acompañarte? -le pregunté, ya quería salir de ahí-este loco no me deja irme.

Ludwig me apartó de él de la forma mas despreciable que se le pudo ocurrir, sentí una punzada en el pecho, la desilución fue inmediata y no parecía estar dispuesto a dar explicaciones, las miradas de desprecio que me lanzaba eran irreconocibles, no era mi Ludwig, el Ludwig del que me habia despedido aquella noche, la mas maravillosa de mi vida.
Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas al ver los suyos friamenete irreconocibles y me trataba como la basura en sus zapatos, las contuve cuanto pude con rudeza, no lo merecía, era inútil.
Tragué saliva reprimiendo el nudo en mi garganta e inhalé aire para recuperar un poco mi compostura, la brisa desolada de ese oscuro bosque fue lo único que llenó mis pulmones, no ayudó en mucho, nada.
La cara de Tony era de gran desesperación por continuar lo que había empezado y no tenía escapatoria con ellos dos ahí contra mi sola... sola, por una parte me sentí feliz porque aunque era seguro que iba a morir, no me importaba si era ese monstruo quien se divertía conmigo. Odiaba a Lud mas que nunca en el fondo lo amaba, que gran estupidez.
Por otra parte yo era Alexia Maysonet y no me iba a rendir con suma facilidad entregándole al enemigo mi roto corazón.
Mis dedos pasearon inconcientemente alrededor de mis labios recordando sus deliciosos besos. Esbocé una amplia sonrisa desquiciada y cínica aunque por dentro solo quisiera derrumbarme ahí mismo hasta que el horror desapareciera, no podía.
-Vaya... oh claro, los monstruos. Uy que miedo-dije socarronamente de una forma burlona-Lo admito, mi grado de idiotez es tan grande, pero... solo un idiota puede reconocer a otro.
Me giré despectivamente hacia Tony, dejando a Ludwig atrás.
Miré alrededor, analizando el terreno o algo que me ayudara a salir de milagro.
Ahora tenía un sádico deseo de destruir todo lo que se encontraba a mi paso, destruirlos a todos, terminarlos, destazarlos!
Ladeé mi cabeza hacia un costado mientras sacaba mi vartia. Si ellos eran tracicioneros ¿porque yo no? En un rápido movimiento lancé dos hechizos, uno en dirección de Ludwig y otro contra Tony. No esperaba darles porque así la diversión terminaba rápido, pero al menos sería la señal para iniciar.
-Avada Kedavra!

Fantastico, los dos habian decidido atacar al mismo tiempo, eran un par de cobardes.
Esquivé el hechizo que Ludwig me mandó, por lo que casi era muy tarde para hacer lo mismo con el de Tony.
-Impedimenta-dije para protegerme.
Sonreí mirando a cada uno por medio segundo.
-Expulso-le lancé ese hechizo a Tony y luego apunté con mi varita a Ludwig para intercambiar miradas reoncorosas, quería que se concentrara mas en lo que veía en mí y se regodeara en su propio ego y orgullo mientras que to pensaba Levicorpius

Seguia concentrada en Ludwig perdiéndome de nuevo en el doloroso pasado que no puse atención en Tony, incluso ignoré cuando lanzó el hechizo, no lo escuché desde el mundo donde me hallaba y regresé a la tierra hasta que sentí un corte en mi brazo derecho, por instinto iba a soltar la varita pero la sostuve con mas fuerte a pensar del ardor y la sensación de la sangre derramándose por un costado.
Cerré los dedos de mi mano izquierda en torno a la herida en un intento de detener el flujo sanguíneo.
-Expelliarmus! Reducto!-los dos los lancé contra Tony.
De pronto todo se volvió completamente oscuro, volteé desesperada hacia todos lados pero no había nada... estaba sola. Aferré mis brazos alrededor de mi abdomen y sentí que caía de rodillas en un suelo imaginario, respirando entrecortadamente mientras cosas horribles pasaban por mi cabeza, yo sabía en el fondo que nada era real pero la atmósfera vacía me dejaba helada y débil como para querer salir adelante.
piensa, piensa, piensa me decía a gritos como si eso fuera a superar el dolor, un dolor que no me pertenecía y tampoco era físico.
Todo aquello me recordaba a la sensación que provocan los dementores y por sobre toda esa bruma oscura intente pensar en lo que me hacía mas feliz aunque no veía muchas alternativas y lo mas feliz que había tenido ultimamente se había hecho humo hoy mismo... Tuve que recurrir a mi imaginación y a aquello de lo que escapaba siempre, mi verdadera naturaleza, lo que era a fin de cuentas, una Maysonet.
Pensé en mi y en Ludwig en un lugar desconocido, un lugar parecido a un bosque y después lo que me causaba mas euforia y satisfaccion en esos momentos... lo torturaba hasta que su dolor y sus gritos me llenaran de júbilo para despues pisotearlo como la basura que era y luego lo mataba! si!
-Expecto Patronum!-grité con todas mis fuerzas y vi un brillo plateado salir de mi varita, después tomó forma de ¿una lechuza?

En un comienzo se podia notar en el ambiente que ambos dudaron en que hechizo utilizar, pero al final no tuvieron compacion con el otro, Ludwigcito porque habia cambiado muy drasticamente y Maysonet, porque era una niñita dolida, y eso hacia esto mas divertido, para mi por lo menos. Mire con sorna a Alexia mientras el hechizo que le habia mandado Ludwigcito hacia efecto y se estaba sumiendo poco a poco en la oscuridad. Pude esquivar el primer hechizo con elegancia, haciendo un pequeño giro sobre mi mismo, pero no tuve tanta suerte con el segundo que golpeo a unos centimetros de donde yo estaba, haciendo una pequeña explocion que ademas de irritarme por sobre manera me impulso un par de metros para atras, mi tunica estaba rasgada y un poco manchada de sangre de una pequeña herida que se me habia habierto en el pie. Mire en direccion en donde estaba Alexia con furia, una mueca demente se asomo en mi rostro mesclada con furia. Levante mi varita y ataque con lo primero que se me venia a la cabeza.

- Avada Kedavra Bombarda - apunte hacia donde se encontraba Alexia con furia, iba pagar haverse atrevido a herirme, oh si que lo iba a pagar

Giré, casi me arrastré en el suelo cuando Tony mandó esos dos últimos hechizos a lo idiota, el rayo de luz verde cayó justo donde antes había estado y el segundo se impactó de lleno en el suelo justo después que la maldición provocando una explosión que hizo retumbar el suelo ademas de la gran nube de polvo que provocó, me lanzó mas allá como una ligera hojita de papel y me golpé la cabeza contra lo que pensé que era el troncó de un arbol. Eso había dolido mucho, la vista se me nubló un momento, me llevé la mano a la cabeza, aturdida busqué a Tony entre el desastre y al fin su sombra se reflejó al otro lado.
-Relaskio!

Death Island... un lugar lúgubre y oscuro, muy bonito, justo como Ludwig lo había descrito, él pasaba horas en este lugar, no entendía porque, tampoco parecía haber mucha diversión; la isla se mostraba desolada por completo, no había magos ni mucho menos muggles.
Esta era mi primera excursión a este lugar, una curiosidad que el mismo Ludwig había hecho crecer con sus prolongadas ausencias, pero ya estaba al borde de un colapso de aburrimiento, tuve que conformarme con matar una ardillita que merodeaba, incluso la Academia era mucho mas divertida que este lugar; pese a mis quejas personales, seguí andando, adentrándome en la penumbra de ese lugar, esperanzado a encontrar algo que no esperaba.
Me detuve en un claro a torturar un pequeño Unicornio que pasaba delante de mí, que desafortunada criatura que chillaba en el suelo, pero era culpa suya por cruzarse en mi camino; cuando aquello me hubo aburrido nuevamente y estaba a punto de matarlo, una explosión que aparentemente había sido provocada por algun hechizo me causó sobresalto. Olvidé al estúpido animal agonizante y fui en busca del origen pero además de aquella emoción y golpes de hechizos, había algo más que me guiaba, la maldad rondaba cerca, podía casi saborear sus malditas almas, una delicia, eran tres; entre los arboles pude ver como una lucha se desencadenaba ahí, reconocí a los protagonistas y el desencanto me molestó, no podría saciarme con esos dos, no estaba permitido. Ludwig y Montana quienes se divertían torturando a la tercer alma que también mostraba lo mas delicioso de sí en esos momentos, la quería para mí.
Gran sorpresa me llevé cuando vi que se trataba de Maysonet. Que sorpresas da la vida, había jurado que esa niña era solo una especie de oso phelpudo. No importaba ya, la quería para mí.
Montana lanzó contra ella una maldición, que ingenioso de su parte, pero la chica estaba en un punto provocador y provocarla aun mas solo haría aumentar con creces su delicia, desde donde me econtraba, apunté mi varita hacia ella y lancé mentalmente otra dosis de cruciatus.

Mi hechizo había funcionado y lo había lanzado un par de metros, dispersé el humo que cubria el campo de batalla con un pequeño hechizo, apenas lo había logrado visualizar cuando un cruciatus me dio y caí al suelo, el dolor era demasiado profundo, me retorcí a causa de ello pero apreté fuertemente los dientes para no gritar, no les iba dar el gusto a esos dos, estaba aguantando todo lo que podía pero no estaba segura de resistir mas. Cerré los ojos con mucha firmeza y unas lagrimas se me escaparon.
Después volví a sentir una nueva maldicion y el dolor aumento como miles de cuchillos incrustándose en el cuerpo, no es que los hubiera sentido antes, pero imaginaba que así debería de ser. Se me escapó un fuerte grito de agonía que lo sentí retumbar por todas partes.
"ruega" No! no les rogaria por mi vida, era lo que ellos querían.

´¿Así que la niñita esa se había librado de mi hechizo?...umm, pues muy mal, más le habría valido quedarse dentro, eso que tenía era mucho mejor que lo que reciviría ahora...
Ví como Montana enloquecía, vaya inepto... y entonces sentí otra presencía acercandose, pasé a segundo plano casi imperceptiblemente mientras Monatana y Maysonet intercambiaban hechizos, mandé mi presencia por la oscuridad y descubrí de quien se trataba... oh vaya Markus...
¿que haria aqui...? bueno eso no importaba mucho en realidad, sólo eran malas noticias a Maysonet, yo podría haberla dejado, A Montana lo podría haber vencido... Pero, a Markus nunca se le escapaba una presa, era un verdadero hambriento, tan voraz de aquella parte de alma que el ansiaba que nunca estaba satisfecho...
¡JAJAJAJAJA! pobre pobre pequeña... era una verdadera lastima, Me reí con verdadera satisfaccion cuando la vi caer y casi se me escapa una carcajada cuando vi como Montana y markus la torturaban... me preguntaba cuando rogaria por misericordia, pero parecía una chica orgullosa ¿terminaría enloquesiendo antes de rogar misericordia? eso tampoco estaría mal...
Quise unirme a ellos y enviar mi propio cruciatus... pero algo me detuvo...
Evidentemente iba a ser muy aburrido con tres crusio encima puesto que la niña no duraria muchoa sí, me dije...
Pero en el fondo, a pesar de que reía y mi cuerpo bullía de verdadera satisfaccion antes la escena...una parte de mi alma, ignorada por completo y ya muy debil para revelarse gritaba de agonía.

(siento la ortografía pero saldré y ando algo apurada...de ahí edito y corrijo la ort ^^)