Reunión con los refuerzos (Alex, Dario, Ardashir & Cia)

Bajé hasta las masmorras, directamente al despacho del profesor Kosroes, no tenía idea de que era lo que quería, tampoco había anticipado una nueva lección de Artes Oscuras en estos momentos y no estaba del mejor humor para tenerla. Acudía ahora solo por la curiosidad y por el deber mas que nada.
Entré sin tocar la puerta, quería terminar esto lo antes posible y regresar de nuevo a mi cabaña, me senté en una de las sillas que había frente a su escritorio.
-¿Para que me llamó? -pregunté con voz monocorde- No vamos a tener una clase ¿o si?

Lo filminé con la mirada, a veces era tan brusco pero lamentablemente lo admiraba por eso, tenia un caracter que los otros profesores no tenían y eso a pesar de ser un poco malo tenia mas puntos positivos. Me crucé de brazos y evite su mirada a toda costa, habia hecho que me avergonzara de mi misma.
-Da igual-gruñi entre dientes- Son estupideces... nada que se pueda solucionar-clavé mi mirada en la suya-En fin... me disculpo. ¿Para que me ha llamado entonces... profesor?

Escuché con atenció lo que decía y cuanto mas hablaba sentía como la sangre hervía en mis venas a causa del coraje conteni, apreté los puños fuertemente sobre mi regazo, y tuve que suspirar un par de veces para calmarme.

-Agradezco que me permita participar en esto-respondí con voz socegada- Tal parece que la fiesta ha sido el acotencimiento que ha marcado el inicio de una especie de guerra. Todo el mundo ya lo nota... al menos yo lo noto; hay fuerzas extrañas que estan aqui por algo... supongo que eso es lo que debemos averiguar. Hare todo cuanto este en mis manos, le prometo no ser un estorbo.

Estaba ahí sentada, observando distraídamente los muros de la pared del despacho, oliendo el aroma extraño de los incienciensos al que ya me estaba acostumbrando y escuchando el mas leve sonido que se poducía en la estancia que ya se hayaba en silencio y cuya pasibilidad se rompió de pronto cuando un grupo de personas extrangeras irrumpió. Sus vestimentas era similares a la de Kosroes, al igual que sus rasgos faciales, excepto por dos de ellos: un rostro se hallaba oculto detrás de una máscara de metal, y la otra era una mujer hermosa. Los conté con la mirada, eran siete si mi percepción no se equivocaba. Sus miradas pudieron intimarme (sobre todo la del hombre que habia hablado, quien parecía ser la cabeza de grupo) pero no estaba ahora para andar poniendo la cara de tonta sorprendida que antes hubiera puesto, fue todo lo contrario, me mostré indiferente, casi aburrida.
Me puse de pie cuando el profesor me indicó que me acercara, y ahi estaba, frente a ellos.
-Un placer conocerlos-dije con voz firme, segura- Como ya lo dijo el profesor Kosroes, mi nombre es Alexia Maysonet.

Me pareció muy interesante conocer a la familia del profesor Kosroes, a veces, uno se enfoca en lo que ve y no piensa en que hay detras de ellos, sin duda, Kosroes era todo un personaje, al igual que los aurores miembros de su familia.

Asentí con la cabeza en forma de aprobación; esperé a que se presentara la persona que faltaba, pero despues de un par de minutos me di cuenta que no lo haría.
Giré mi cabeza para ver al profesor y con una mirada le pedí que explicara aquello por lo que me había traído aquí.

Bajo la indicación imperiosa del profesor, mi corazón empezó a latir rápidamente y algo, entre el pánico y el dolor comprimió cualquier sentimiento de fortaleza que había mantenido hasta ahora; la máscara que me había costado formar para no parecer la débil Alex que acostumbra ser flaqueó por unos instantes y un nudo se formó en mi garganta impidiéndome hablar en el momento que la orden había sido dada.
Cerré los ojos y suspiré profundamente un par de veces, recordándome que tenía que mantener la calma, que aquellos sucesos era un punto y aparte, eran solo míos al igual que mis amarguras internas; y, la debilidad molestaba a mi maestro.
Cuando todo se hubo aclarado en mi mente abrí los ojos y evité aquellas miradas inquisidotrias, no agachpe la cabeza pero me dispuse a no mirar aquellos rostros severos.

-De acuerdo-dije al fin y mi voz sonó monótona, simple y demasiado vacía para lo que comunmente era, pero, siguió mostrando esa indiferencia despreocupada- Empezó cuando nos asignaron obligatoriamente las parejas bajo aquel hechizo, mi pareja era Ludwig Von Weillschmidt, al principio no lo supe gracias al antifaz que cubria su rostro, pero, despues, mientras bailabamos una de las piezas lo descubrí y pensé que lo mejor sería largarme de allí, lo intenté pero me siguió como si estuviera atado a mí, era obvio que él tampoco quería estar conmigo, el hechizo era irrompible así que el propuso una especie de tregua que sin mas remedio tuve que aceptar, sin embargo no debía perder el tiempo bajo aquella oportunidad, y, entonces ya que antes, en alguna de mis clases particulares con el profesor Kosroes habíamos hablado de la posibilidad de que Ludwig fuera algo sobre humano , pensé que podría hacer algo para descubrirlo o hacer que hablara de algun modo; le ofrecí que fueramos a tomar algo y le servi vodka varias veces, después le propuse ir al jardin y charlamos un poco en plan "amigable", él no estaba en sus cabales, supongo que a causa del vodka y me dijo que era un monstruo capaz de hacerme daño, le dije que no me importaba, que me dijera que clase de monstruo era para saber de que tenía que cuidarme, se debatió unos momentos y después terminó diciendo: No es como si "en estos momentos" yo fuera alguna clase de monstruo. No es como si comunmente fuera una "criatura oscura" o algo así.
Su debate interno parecio aumentar despues de eso enmendando su error diciendo que hablaba en sentidos figurados; luego me ofreció regresar al salón, pero en eso llego mi hermana y fue ahí cuando Ludwig cambió de ser una persona agradable... tratable a ser de nuevo aquel chico o ser que le gustaba torturar y antes de irse dijo:

"Adivina
que, yo soy el monstruo, despídete de tu Ludito"
Ya había tenido esa clase de... reacciones, como si hubiera algo dentro de el, que salía de ves en cuanto, su parte "mala" por llamarlo de alguna forma.
Despues Ludwig e Ymalai se marcharon, lo cual indicaba que la fiesta habia finalizado ya que los hechizos de parejas estaban rotos, decidí regresar a mi cabaña pero cuando iba por mi camino escuché gritos y el rugido de una especie de bestia, decidí ir a ver, y ahi estaba un lobo enorme, no habia anticipado que era uno de mis compañeros, un hombre lobo ya que no habia luna llena. El estaba atacando al profesor Damian... y yo no sabia que hacer, debi usar mi varita pero, no podia pensar con claridad en esos momentos-Crucé los brazos fuertemente contra mi pecho al darme cuenta de que si hubiera reaccionado adecuadamente, si no me hubiera derrumbado ante el rechazo de lud y hubiera tenido la cabeza para actuar el profesor Damian todavía estaria vivo-Lo unico que hice fue... lanzarle mi... zapato para distraerlo de alguna manera, y lo logre, pero él me vio y se giro hacia a mi para atacar, se lanzó pero antes de que pudiera alcanzarme Andres mi amigo mitad vampiro me apartó del camino y empezó un enfrentamiento contra la bestia. Entre la treta distractora de Andres fui hasta donde el profesor que estaba herido y lo lleve hacia el salon para que alguien lo ayudara, me hizo saber entonces que él era Caleb, despues de eso él... murió. No me iba a quedar lamentandome mientras allá afuera muchos corrían peligro y entonces decidi buscar a la unica persona capaz de ayudarme: el profesor Kosroes. Pero cuando llegué el estaba hechizado, junto con algun otro miembro del persofesorado, y deshice el hechizo. Aqui es donde llegamos a la parte de que alguien queria quitar de en medio a las personas capaces de interferir en lo que "la mente maestra del plan" y podria ser que lo de la tranformacion del Lobo fuera otro acto de distraccion para los demas, no lo se, esa es mi conclusion personal.
Y tecnicamente eso fue lo que sucedió antes de que los profesores actuaria y controlaran la situacion.

Me quedé sorprendida de que Kosroes los hiciera marchar tan rapido, habia pensado que indagarian entre las partes mas "importantes" de la historia, o al menos habia imaginado que harian sus especulaciones, pero sin mas, ellos se fueron.
-¿Lo que censuré?-pregunté en voz alta alzando una ceja-He dicho todo cuanto sucedio en realidad, lo unico que compuse fueron las vergonzosas escenas... "ese" suceso.

Me mordí el labio molesta, no me gustaba que me dijeran mis errores de esa forma tan directa ni a que me llevarian estos, no era que tuviera miedo a la muerte, de hecho no me importaba mucho si ese era el final, igual algun dia llegariamos a eso, pero lo que si temía era el fracaso y sobre todo descepcionar a quienes habian confiado en mí.
-Es solo que... aquella noche cometí muchas estupideces por culpa de los sentimientos estupidos que me atan a él. Primero me emborraché con el estupido ese y despues lo besé... y termine pensando que él seguia sintiendo por mi lo mismo que yo siento por el. Quiero arrancarlo de mi vida pero siempre que estoy a punto de lograrlo vuelve a aparecer, es un maldito demonio que me posee y me consume. Despues... no dejo de pensar que si no fuera tan tonta hubiera podido hacer algo por el profesor Damian... y verlo morir... destrozado sobre mi, es una maldita pesadilla, cada noche su cuerpo sin vida aparece en mis sueños junto con las risas socarronas de Ludwig y mi hermana, haciendome quedar como una sucia rata traicionera.
Apoyé mis codos en mis piernas y me oculté el rostro entre las manos, respirando entrecortadamente y sientiendo de nuevo el dolor de aquella herida abierta.
-No quiero depender de los demás, no me gusta que me protejan, que me vean debil, tambien quiero ser util, servir de algo y no ser mas que un maldito estorbo.

Alcé la vista para mirar a Kos, dejé aparte todo lo demás, no había tiempo de pensar ya en eso, teníamos que meditar, pensar, formular y actuar. El tiempo corría y teníamos que avanzar con él.
-Hibridación...-susurré -por supuesto, eso explica muchas cosas... también estaba pensando que... el profesor Malcolm, se que esta mal dar veredictos anticipados, sobre todo si se trata de profesores y mas aun de alguien en quien la directora confía mucho, pero él es alguien muy cercano a Ludwig, el podria tener algo que ver en este asunto... -torcí el gesto de forma pensativa-bueno, ya... creo que estoy empezando a delirar y a crear falsos testimonios... -maldije por lo bajo-Ahora me sera mas dificil acercarme a Ludwig para sonsacarle algo... o tal vez no... -sentí que mi mirada se iluminó cuando pensé en mi hermana-si necesitan alguna especie de espía, yo podría... sin necesidad de usar multijugos...

-No hare nada estupido ni improvisare por mi cuenta-le hice saber- se en lo que me estoy metiendo y en su momento me encargare de no dejar ningun cabo suelto.
No habia entendido bien esa ultima parte, a que se refería con que Astralis habría frustrado la fiesta, yo no lo habia visto hacer nada importante como para pensar que el seria una mayor ventaja, que metodos de Astralis nos daban ventaja sobre los otros?
-Disculpe mi ignorancia pero ¿que es lo que el profesor Astralis nos puede proporcionar que nos de un poco de ventaja sobre ellos? -pregunte para salir de dudas.

Me quedé un poco sosprendida por lo que acababa de decir, eso si ponía una ventaja a nuestro bando, por llamarlo de alguna forma;
-Por supuesto, creo que en este asunto hay que usar todas las armas posibles porque no se trata de un juego, obviamente, se ha convertido en algo serio. Pero también hay que tomar en cuenta que al tratarse de profecías no podemos confiarnos al cien por ciento, así como pueden ser veridicas tambien pueden ser falsas.
Me detuve a meditar la situación y luego me acorde de algo.
-Profesor... tal vez no es de mi incumbencia pero como es que... usted y la profesora Mackenzie terminaron... ya sabe...